El autor escribe:
“Me encantaría tener la dicha de estar a tu lado y contar estrellas entre torre y pulpo al plato. Y en esa primera cita hacer borrón y beso nuevo. Sí, voy a inventarme un camino leyendo a Galeano para que me recuerde ¡qué bello es vivir! a pesar que todo se transforma. No, no me quejo. Confío. Parecerá el mejor de los sueños. Ven. ¿A qué esperas? Te hablo a ti. Noche a noche vamos a explorar nuestro amor secreto”.
Antes de alcanzar las cien palabras, el autor entiende que ya es dueño de esa dicha.
Dicen los que saben que escribirlo es como vivirlo.
ResponderEliminarBueno, en tu caso sí...
EliminarEl autor escribe, el autor se hace dueño. Todo queda en casa. :))))))
Y sobre tu comentario en mi blog respecto a la IA y su más que conveniencia de que ella y sus "mecanismos", robots, etc., trabajasen codo con codo con nosotros, los humanos, para que no seamos "descartados por completo"... ¡Tiempo al tiempo amigo!
EliminarUn cuchillo tiene dos funciones principales. Cortar el pan y la "otra".
A esta última se le ha puesto límite. ¡No se debe utilizar! Quien lo haga, será sancionado.
Esta misma prevención es la que la humanidad debe crear respecto a la más que inquietante IA.
Abrazos Julio.
Tal como lo escribiste, la dicha se acerca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entonces será que lo escribo mal.
ResponderEliminarSaludos.
Al menos en su imaginación. Qué no podemos hacer con ella.
ResponderEliminarLa noche tiene mil y una historia
ResponderEliminarBuena jornada 👍😊
Pues entonces, ¿para qué alargar? Como dice mi paisano: «Lo bueno, si breve, dos veces bueno» (Baltasar Gracián).
ResponderEliminarUn abrazo.
La vida es tan corta, las experiencias amargas abundan, entonces, a vivir la noche con todo lo que tiene de bello y secreto.
ResponderEliminarAbrazos Julio David
La dicha puede compensar un instante de dolor humano. Abrazo te dejo.
ResponderEliminarCon cien palabras se hacen universos, como has demostrado.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz fin de semana
Confiar puede ser un deporte de riesgo, pero qué sería la vida sin emociones.
ResponderEliminarBesos.
No hace falta más. En definitiva, a buen entendedor, pocas palabras bastan.
ResponderEliminarSaludos.
Teniendo en cuenta de que el futuro nunca llega, la nostalgia de él es un castigo del presente por la penitencia del pasado. Coño, voy a registrar este pensamiento.
ResponderEliminarSi Galeano te inspira un camino, es normal que confíes en el. Nos lo cuentas, vale? Tambi´-en a mi me gustaría sentir lo bello que es vivir, más a menudo.
Un fuerte abrazo, Julio David :)
Imaginar es parte de la dicha...
ResponderEliminarUn saludillo!
Lo bueno a disfrutarlo,cariños.
ResponderEliminarEscribir es la dicha en si misma.
ResponderEliminarAbrazos
Cien palabras que relejan mucho, no sobran ni faltan.
ResponderEliminarAbrazo.
Alcanzaste tu objetivo de un modo preciso y bello, amigo
ResponderEliminarUn abrazo
No hay nada como subgestionarse, y escribir es una manera estupenda de conseguirlo, y si lo haces en clave optimista y amorosa los beneficios son inmediatos...
ResponderEliminarHabía pensado en un platito de pulpo para acompañar los deseos, pero desde que sé que son tan inteligentes, no me los puedo comer, mi camino a hacerme vegana está empezando.
Gracias por estos momentos en los que disfruto de tu Arte y tu ironía, Julio, que no abunda.
Un abrazo,
Lo mejor es "borrón y beso nuevo" :-)
ResponderEliminarAbrazo!
Pues alcanzó la dicha sin necesidad de más. Muy bueno! 👏🏼👏🏼
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