martes, 30 de mayo de 2023

Cada día


Tiempo atrás una niña sonreía, tempranito, del balcón. Justo en ese trance mañanero donde la calle, reconvertida en pista de carrera, eyecta transeúntes que, por muy diferentes seamos, compartimos las mismas anteojeras; esas que enfocan la atención hacia nuestros abismos de los propósitos rutinarios.

Una vez le sonreí a esta mujer y gritó: “¡ESO! -apuntándome-. ¡¿Por qué la vida no puede ser ESO, también?!”. Después bajó por una enredadera y se adentró, esperanzada, en un mundo que puede ser acogedor si (¿y por qué no?) otros por ahí también nos sonreímos por sonreír, como agradeciendo la ofrenda del nuevo día.

Imagen de Atrapalabras

lunes, 22 de mayo de 2023

Soñadores

Para Marín, una romántica ballena ecologista, de toda la basura que echamos en su hogar, las cartas de amor-o-desamor que recibimos no debiéramos tirarlas pues, aparte de desembocar en el mar, podemos encontrarles alguna serendipia por atesorar si las releemos con nuevos ojos. Convencida por esto, una noche Marín usando su majestuoso cuerpo las tragó y almacenó en su interior; expulsándolas después en un chorro que llovió sobre el pueblo.

Ni supe. Únicamente encontré esta carta que me cuenta esta historia y está redactada por el compañero de andanzas de la ballena; un cartero romántico, ecologista, muy creativo o loco.

Imagen de Atrapalabras

martes, 16 de mayo de 2023

Entre dos amores

-Seré breve -dice el microrrelatista.
-Yo más -replica el poeta de tankas y haikus.
-El primer micro que escribí para Anaís, ¡lo encontró precioso! Además dijo desear para sí un querer como el que yo proponía. En secreto me halaga mucho. ¡Cómete esa!
-Con Anaís ya habíamos terminado, creo, cuando le dediqué un tanka que la conmovió hasta lo indecible. Por entonces la tenía tan inspirada, que honró al amor escribiéndole una carta. Públicamente, confesó que tengo un corazón bello. ¡Cómeme esta!
-Amigos -interrumpe Anaís-. ¿Discuten por saber quién me ha escrito lo más bonito, o por quién escribe mejor?

Entre dos egos

-Seré breve -dice el microrrelatista.
-Yo más -replica el poeta de tankas y haikus.
-Yo planteo estructuras dramáticas coherentes y un giro final sorpresivo, invitando al lector a repensar la realidad dejando afuera estereotipos y clichés.
-Nos parecemos, aunque yo siendo simple y elegante: me basta crear, romper o cuestionar la realidad en cinco o tres versos. Mis lectores sueñan, volando así por sobre toda generalización burda que encasilla.
-¡Amigos! -interrumpe Anaís-. ¡Basta! Ya ninguno me atrae. Mi corazón está puesto ahora en la literatura de laaargo aliento. Estoy saliendo con un novelista, incluso.
-¿Negro?
-¡Te apuesto que es negro!

sábado, 13 de mayo de 2023

Casi 30 años después...

-Viejita, abrazándonos me crece algo...
-¿Sí? Lo creía el cable del estetoscopio doblándose en mi ombligo.
-Aprovechemos el milagro, baja por mi cuerpo besándolo y...
-No me pongas incómoda, viejo.
-¿Soy irrespetuoso por proponértelo?
-Me hace sentir obligada. Y si me niego, culpable.
-Obligación, culpa... Y tus ganas, ¿dónde están? ¡Hablas como si tuvieras 80 años!
-Tengo 79.
-Viejita, solo busco motivarte ese deseo por mí de antaño.
-Espera. 

La mujer se retira. Suena el celular del hombre. Contesta. Al otro lado de la línea ella dice:

-Deseo tengo, pero con suerte para darte sexo oral así nomás. ¡Ya, habla!

lunes, 8 de mayo de 2023

El supermercado progre

¡Señorita cajera, no quise ofenderla! No me grabe para funarme en RR.SS. Aunque aprovecho de explicarle que si la trato como mujer es porque viste así; no porque asuma su género. ¡Tranquila, no voy a acosarla! Solo me acerco para hablarle más bajo: pasa que los guardias me creen femicida en potencia desde que levanté la voz hace un rato. Por favor, no me denuncie por eso.

-Señor, ¿me dirá entonces su nombre de pila?
-¡Claro! Entienda nomás que busqué hacer una broma y por eso le respondí que no tengo nombre de pila porque no me identifico como una. 

Más progresía en El barco progre

jueves, 4 de mayo de 2023

Nostalgia del futuro

El autor escribe:

“Me encantaría tener la dicha de estar a tu lado y contar estrellas entre torre y pulpo al plato. Y en esa primera cita hacer borrón y beso nuevo. Sí, voy a inventarme un camino leyendo a Galeano para que me recuerde ¡qué bello es vivir! a pesar que todo se transforma. No, no me quejo. Confío. Parecerá el mejor de los sueños. Ven. ¿A qué esperas? Te hablo a ti. Noche a noche vamos a explorar nuestro amor secreto”.

Antes de alcanzar las cien palabras, el autor entiende que ya es dueño de esa dicha.

lunes, 17 de abril de 2023

Sobre el alma humana

Un científico (cuyo sueño frustrado era ser un escritor famoso) solicitó a una IA crear un microrrelato de cien palabras en que el título y el tema sea “sobre el alma humana”. Hecho el texto, lo presentó a un concurso literario. El jurado lo aplaudió y premió de pie. Pronto se hizo viral y fue elogiado por poetas, filósofos, religiosos y neurocientíficos que coincidían en lo revelador del escrito. Eso sí, lentamente el falso autor dejó de hacer apariciones públicas y facilitar entrevistas, pues cuando le pedían que ahondara sobre la obra no sabía qué responder sobre su propia alma.

miércoles, 12 de abril de 2023

Es un travieso

Caminaba confiado mientras, el delincuente, se acercaba a mí cagándose en los pañales. Protegido por mi fe, lo creí incapaz de dañarme. Pero mis brazos flacos, postura encorvada, lo invitaron a robarme el notebook. Defendiéndome, rompí mi muñeca. Por esto, me despidieron. Dejé de creer en Dios. 

Almas generosas me ayudaron. Pero seguí molesto con Dios. 

Sané mi mano. Volví a dibujar. Me arreglé con Dios. 

Fundé una editorial. ¡Gracias, Dios! 

¡Brindo, Dios, por tu plan divino! Mejoré, crecí, bendijiste mi mano y ¡¡¡PUTAAA!!! ¡Me cerraron un portazo en los dedos! ¡Hay sangre! ¡Fractura expuesta! ¡¿Cuál es tu problema, Diosito?!

martes, 28 de marzo de 2023

Salirse del protocolo

No alcancé a esconderme tras el celular para fingir que chateaba y evitar la preguntita esa chirriante, juiciosa, irónica de: “Hola, ¿cómo está?”. “Bien”, digo sin pensar. Pero hoy no. Es que me tiene chato verlo tan entrometido. Pasé sin responderle y entré a casa.

Curioso, porque aunque sea por cumplir alguna regla de buena convivencia, esa pregunta sigue viniendo de una persona que, actualmente, es la única que se toma la molestia por saber cómo me siento.

Salí a buscarlo. Nadie sabía dónde estaba. Corrí perdiéndome, gritando, hasta encontrarlo en una plaza. Acercándome, le dije: “Perdón, vecino: estoy mal”.

sábado, 4 de marzo de 2023

La indirecta prohibida

La señora Adriana, profe de Lenguaje, con décadas ejerciendo su profesión, por primera vez le tocó un alumno extrañísimo que empezó a poner con k solo la palabra “Kiero” (el adolescente no es que tuviera orgulloso a la RAE, pero este error no iba con él). Entonces como era su costumbre para corregir, la maestra lo hizo escribir 100 veces “Quiero” en la pizarra. “¿Puedo anteponer el Te?”, preguntó. La docente lo aceptó como una humorada. Cuando estaba en el “Te quiero” 55, paró: “¿Es necesario que siga? Ya entendí como escribirlo”. Adriana respondió: “Y yo ya entendí como leerlo”.