Subió al patíbulo el primero de los dos homosexuales, cuando cayó la primera de las miles de piedras. Teherán desbordó aquí su límite de tolerancia ante tanta homofobia institucionalizada, y una protesta desencadenó que ese día soleado se incendiara más con la consciencia en llamas de un pueblo unido. Pero el Líder Supremo, teniendo las armas y a Dios de su lado, ordenó disparar a los manifestantes. Cuando todo iba miel sobre hojuelas, sorpresivamente se puso a llover y un arcoíris cruzó el cielo. Entonces el Líder Supremo, traicionado, derrotado, gritó: “¡Dios, justo ahora se te ocurre salir del closet!”.
Del cielo tendría que haber caído un rayo que carbonizara al Líder Supremo.
ResponderEliminarMuy bueno el final.
Saludos.
"Su Dios" le fastidió la jugada.
ResponderEliminarEse tipo de Dios me gusta. Es como si les hiciese una peineta a esos intolerantes líderes que después son los primeros en saltarse todas las leyes divinas.
ResponderEliminarAbrazo.
Quizás si hay un dios intervenga de una vez por todas a favor de las causas nobles.
ResponderEliminarLos arcoiris existen desde antes de cualquier colectivo o asociación ideológica 🖖🖖🖖
ResponderEliminarBuena semana
Los primeros en dar cuenta del fenómeno fueron los griegos. Está claro que sus dioses condicionaro a todos los demás.
EliminarVengo y aprendo gracias
ResponderEliminarBueno. Al menos el líder supremo interpretó bien el mensaje, y no se sacó otra interpretación de la manga. Ahora habrá que institucionalizar.
ResponderEliminarAbrazoo
Un final para enmarcar, Julio, pese a la intolerancia y la tragedia que encierra el relato ese final me provocó una gran sonrisa.
ResponderEliminarY es que como diríamos por aquí... ese final no se le ocurre ni a Dios.
Genial, Julio. Un abrazo,
Que elegancia, Julio. Eres un fenómeno.
ResponderEliminarVa un abrazo con palmadas en la espalda incluidas. :)
El Lider Supremo va a cambiar de dios más pronto que tarde.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un final muy acertado. Lo aplaudo. Es una pena no ser aceptado por la condición sexual... no avanzamos pese a tanta modernidad y demás.
ResponderEliminarMil besitos y muy feliz noche, Julio David.
Un dios tan cruel y vengativo solo puede existir en el corazón y la mente podridos de los intolerantes.
ResponderEliminarUn abrazo.
El problema no son los dioses, sino lo que se hace o se dice en su nombre.
ResponderEliminarSaludos,
J.
El dios verdadero "habló" a su manera, para que el resto escuche y vea que todos somos uno.
ResponderEliminarMuy buen final. Te felicito.
Abrazos Julio David.
El texto, más que acertado Julio.
ResponderEliminarY ya que has puesto la D en mayúsculas... Juguemos!
No hay tal "lider supremo" en esta intransigencia religiosa, deshumanizada y fuera de lugar. No es más que imposición! Y no solo "suprema". Y si bien es respetable la religión musulmana, como tantas, no lo es la sinrazón de sus "acólitos"!
Abrazos.
Hola, Julio David:
ResponderEliminarGran micro y excelente final.
Me temo que "El odio" es el dios más venerado.
Un abrazo.
Tremendo, amigo, tremendo...
ResponderEliminarMuy bueno!! El líder supremo dejó de serlo.
ResponderEliminarGenial! 👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
jajajajjajajajjajajjajaj maravilloso humor negro
ResponderEliminarPaz
Isaac