Empezaron de a poco. Zoé las espantaba con insecticidas o, como desquiciada, lo que tuviera a su alcance para alejarlas. Pero las moscas insistían en rodearle el cuerpo y específicamente la boca, pues de su interior emanaban cada vez que ella la abría para responder NO a cualquier invitación que la sacara de su estado de confort. No había aventura que la desatornillara de su sitio. Y ahí estaba, sin saber por qué aparecían más moscas por cada negativa a experimentar la existencia por fuera de la rutina.
Cuando se empezó a pudrir entendió que se estaba muriendo en vida.
Brutal.
ResponderEliminarLa zona de confort a veces es un cadalso.
Es que la zona de confort es el lugar más peligroso y a la vez más cómodo que pueda existir.
ResponderEliminarBesos.
Horrible !
ResponderEliminarAl menos se dio cuenta.
ResponderEliminarFalta saber si pudo salir de su cadalso.
Abrazo.
Un buen relato amigo. Y sí la zona de confort se convierte en ocasiones en un lastre.
ResponderEliminarRelato acorde con las palabras que has dejado en mi blog.
Abrazo Julio.
He dejado un comentario... Que ya no veo. Y tampoco veo la observación de que esté pendiente de aprobación...
ResponderEliminar¿Una gracia más de las de Blogger últimamente?
Intento aceptar con (más o menos) entereza muchos cambios inevitables en la vida, menos los que hace blogger porque tiende a cagarla.
EliminarOk. Ahora he visto, antes de que desapeciese, cuestión de 3 segundos, dicha prevención!!
ResponderEliminarEn principio desconcierta esta novedad.
No es necesario que publiques estos dos últimos comentarios.
Chao.
Todavía no veo ese aviso en ningún blog en donde también el propietario tenga moderación de comentario como yo, esos tres segundos de aparición se le escapan hasta a un ninja cocainómano.
EliminarGracias por avisar.
Ah, la zona de confort... Sin duda es aquello que dispone el poderoso para el esclavo; más que nada para que no moleste. Y por supuesto, para que esté ocupado, confortablemente, con Netflix, fútbol, y demás deliciosos cánceres mentales.
ResponderEliminarBuen relato, pobrecita. Te mando un beso. Enamorada de las letras
ResponderEliminarYa lo dice el refrán: a boca cerrada no entran (ni salen) moscas.
ResponderEliminarSaludos.
Parece ser que estaba muy confortable en ese estado por que no quería salir verdad? solo le faltaba para su mayor felicidad, un rabito en la nariz para espantar las molestas moscas :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Impresionante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uf, me dan mucho asquito las moscas... Pero a mí no me pillan pues me muevo mucho, soy un culo de mal asiento.
ResponderEliminarMadre mía, Julio, qué cosas se te ocurren, genial.
Me haces reír, aunque esta vez con un poco de yuyu, que decimos por acá.
Prefiero el desasosiego a la certidumbre y la rutina, así que tengo deshabitada mi zona de confort.
Un abrazo,
Un poco lenta de entendederas la señorita...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Ay, Señor... Ciertamente brutal texto
ResponderEliminarBuena historia. Y a las moscas las siguieron los gusanos.
ResponderEliminarAbrazo
Es brutal y real. Nunca lo había visto así.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy, muy bueno, Julio David.
ResponderEliminarPor lo menos se dio cuenta a tiempo, ¿rectificará?
Un abrazo.
Oh! espero tengas esa cosa de Creative Commons activa master, mira que esta obra es tan potente que sería tentado robarla jajaj,
ResponderEliminarte felicito por compartir este don de la creatividad escrita que tienes amigo,
un gran abrazo y sigue escribiendo por favor!
Hace tiempo que no leía algo tan impactante Julio David, literalmente me dejaste con la boca abierta... sin moscas afortunadamente. Chapó.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Un post tremendo, corto y lleno de verdad
ResponderEliminarPaz
Isaac
Hola, qué tal. Ando ahorita de rol por blogs visitando de vuelta de rápido. Que tengas buen fin de semana, saludos.
ResponderEliminarMuy impactante esa imagen final.
ResponderEliminarBesos.
Y la zona de confort de las moscas? Los "no" les gustanas que los "si". Les acercan mas al banquete de fin de fiesta
ResponderEliminar¡Tremendo! Atrapado en su zona de confort acabará devorado por las moscas.
ResponderEliminarGenial... muy bueno 👏🏼👏🏼👏🏼
Me da pierna de gallina !
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