-¿Y ese cuchillo? ¡Espere, no me mate! Tengo ahorros, busque mi tarjeta. Déjeme ir y le doy la clave. Lo prometo. No importa. Pero necesito estar con mi hijo. Hoy se gradúa, creo. Es que fui un papá ausente. Me perdí su infancia. Me perdí también de ser feliz. ¡Pero feliz! Nunca aprendí a nadar, por ejemplo. Debí aprovecharme al máximo. Exprimir mi alma. Mirar más estrellas y menos facturas. ¡Y viajar! Faltó hacer un viaje; dentro de mí, conocerme mejor.
-Qué típico, venir a arrepentirse ahora... Tranquilo, usted ya está muerto. Soy médico forense y esta es su autopsia.
-Qué típico, venir a arrepentirse ahora... Tranquilo, usted ya está muerto. Soy médico forense y esta es su autopsia.
Realmente fue un arrepentimiento muy tardóo, cuando ya no había nada que hacer ni reparar. Somos así de idiotas. Y así nos va.
ResponderEliminarUn abrazo.
Brrr...Brrr...Brrr !!
ResponderEliminarVaya final...
ResponderEliminarSe le quedó un mundo por experimentar.
Besos.
Mas vale tarde que nunca dicen... aunque en este caso no vale para nada la frase
ResponderEliminarLe están haciendo la autopsia porque la muerte no parece natural. Sospechan del hijo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre nos damos cuenta de las cosas cuando no hay tiempo de reacción. Los humanoides somos así de idiotas. De ahí todo lo que suceda en el mundo actual.
ResponderEliminarAbrazos y feliz día.
Asi somos...que triste!!!
ResponderEliminarTu texto nos invita a revisar nuestros dias y comprender que mas allá de toda queja y pesar tenemos que aprovechar al máximo el tiempo que nos ha sido concedido.. Fuerte abrazo y un gusto siempre descubrir tus escritos
Pues sí que se espero para querer vivir.
ResponderEliminarUn abrazo.
jajaja,... a buenas horas mangas verdes,....
ResponderEliminarBueno, en alguna otra vida si será feliz... Seguro
ResponderEliminarNo me fío mucho de las promesas que se hacen cuando uno cree que le van a matar, seguro que en secreto estaba cruzando los dedos para anularla. En este caso, de poco o nada le sirvió.
ResponderEliminarBuen relato. Me sorprendió.
Un abrazo
¡Muy buen cierre!! El objetivo de mi vida ha sido, y creo que lo he conseguido, ha sido no hacer tarde para las cosas importantes.
ResponderEliminarAbzo
Si no le funciona ser médico forense, medium siempre será una buena opción. Excelente publicación Julio David, me dejó literalmente helado con ese final inesperado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mucho sentido realista tiene el descuartizador.
ResponderEliminarMi saludo te dejo.
Cierto que queremos aprovechar la vida cuando todo está perdido. Que tipo el forense, dando explicaciones a un muerto sin despeinarse siquiera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eres padre? Lo fuiste? A los que... qué genial lo hicieron, me encantaría darle/s un Cum laude!!!
ResponderEliminarAbrazo psicológico y aplausos a los de "más (t)arde y tierra por delante, que nunca", ya que el mal... ya fue.
Me encantan este tipo de relatos tuyos, con un humor negro retorcido.
ResponderEliminarAbrazos Julio.
Incluso a su autopsia llegó tarde.
ResponderEliminarMal futuro tiene...
Pues que tarde
ResponderEliminarUn relato de una actitud humana muy y tan cotidiana que debería asustar más que la muerte.
ResponderEliminarUn beso.
Tenia de todo menos vida para disfrutar de ella. Se acordó tarde, ahora ya todo da igual.
ResponderEliminarUn relato que hace pensar.
Un abrazo Julio David
Puri
Ja, ja, ja... Me pillaste con ese giro final. La verdad es que barruntaba con que el atracador fuera en realidad el hijo de este papá ausente. Ay, sin duda todo lo que se deba hacer hay que hacerlo en vida y sin demora. Estupendo micro, Julio David. Un abrazo
ResponderEliminarcomo tengo la costumbre de decir, existir es transmutar. un abrazo desde Brasil.
ResponderEliminarSiempre es demasiado tarde para algo...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Y así es amigo, muchos de los que hoy temen tanto por sus vidas, hace mucho están muertos..
ResponderEliminarPaz
Isaac
Estos arrepentimientos tardíos... tiene poco recorrido! :)))))
ResponderEliminarAbrazos Julio.
forense-sicologo!
ResponderEliminarse cobra mas?
saludos
A veces desaprovechamos
ResponderEliminarlos tiempos y cuando queremos
hacerlo, se nos paso y por una
u otra razón ya no se puede.
Besitos dulces
Siby
Si es que a veces se espera tanto del mañana que uno se olvida del hoy.
ResponderEliminarMuy bueno, Julio David. Da qué pensar, genial de veras.
Un fuerte abrazo.
Desaprovechar el tiempo es como suicidarnos de a poco.
ResponderEliminarUn abrazo, estimado Julio David.
Eres un Maestro de cómo escribir microrrelatos, mis respetos!
ResponderEliminarUn giro final requetebueno y efectivo en este excelente micro.
ResponderEliminarCreo que si renunciamos a intentar ser felices también estamos muertos, aunque tardemos en ver el cuchillo del forense.
Me haces reír y reflexionar con tu fino humor negro, Julio, y además disfruto de tu maestría con los micros.
Un abrazo,
Tremendo. Es un relato tan real. Moviliza la conciencia y pone los puntos importantes de la vida de todos nosotros.
ResponderEliminarSigo con la lectura.
Genial!! No puedo decir más.
ResponderEliminar👏🏼👏🏼👏🏼