viernes, 11 de septiembre de 2020

Re-cordis

A sus 79 años, volvió a buscarla. Y no porque haya resurgido la pasión o la culpa: esas cosas las durmió el tiempo. Si la buscó, hasta encontrarla en un asilo de ancianos, fue para regalarle las cartas de amor que se escribieron hace seis décadas; las que encomendó a un enfermero para que se las entregase. Él ya comenzaba a manifestar síntomas de alzhéimer, y prefirió que la historia de ambos continuara viva en ella.

Desde entonces la mujer lee un trocito de esas cartas cada noche, preguntándose quién fue ese hombre que la quiso tanto en su juventud.

34 comentarios:

  1. Ainsssssssssssssssss... me ha hecho suspirar, no hay caso, mi lado romántico se niega a desaparecer.

    ResponderEliminar
  2. Dicen los que saben que somos más lo que recordamos que lo que hemos vivido en realidad.

    Ella con esas cartas puede ficcionar para que entre el contenido de las misivas y lo que alcance a recordar el hombre que la amó sea como a ella le gustaría.

    Un relato muy tierno, Julio, con la sombra negra de ese hacerse mayor sin delicadeza que ya me empieza a rondar.

    Regreso embozada y extrañada de esta "nueva" realidad, pero sigo disfrutando y mucho de tus relatos, como si no hubiera habido de por medio una pandemia a lo grande.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  3. Hermosa historia. Me imagine a ella leyendo las cartas con una dulce sonrisa en su rostro. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué bonito!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. La verdad que si, te quedó muy lindo el relato. Saludos

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Como un hermoso y preciado cajón de los recuerdos...

    ResponderEliminar
  8. El enfermero merece una paliza.

    ResponderEliminar
  9. Ese doble diagnostico. Muy bueno. Por cierto, ¿ y usted quién es, preguntaría ella?

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. Bello y entrañable relato...

    Esos "puntos y seguidos", necesarios para ella!

    Abrazos Julio.

    ResponderEliminar
  11. Los amores que fueron siempre quedan.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. yo discrepo. creo que ella piensa que las cartas son actuales y se lo esta pasando chupi. y nosotros preocupandonos,,,
    saludosss julio

    ResponderEliminar
  13. Hermosa historia,cariños.

    ResponderEliminar
  14. Ay, que relato tan bello.. Y tan triste...
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  15. ¡Qué bonita y triste historia!
    Un abrazo, Julio

    ResponderEliminar
  16. Conmovedor relato. Hay que creer cuando escuchamos que hay amores que nunca mueren.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. De vuelta por aquí me sorprendes con una deliciosa historia de amor. Muy intensa.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
  18. simplemente...hermoso!!!!!

    ResponderEliminar
  19. Aun sin saber (o recordar) quién fue ese enamorado, puede hacerla feliz por unos momentos.
    Muy bello y tierno.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  20. Los reuerdos regresaron, pero no sus protagonistas.
    Saludos bonsais en crecimiento.

    ResponderEliminar
  21. Muy profundo, tierno y real.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  22. Uff¡¡ Qué triste¡¡


    Besos.

    ResponderEliminar
  23. Dime, ¿qué fue lo que escribiste? ¿De quiénes nos contabas?
    :P

    Abrazo.

    ResponderEliminar
  24. Una historia profundamente romántica que me conmueve.

    Te envío un abrazo, estimado Julio David.

    ResponderEliminar
  25. Una hermosa prueba de Amor.

    ResponderEliminar
  26. Hermosa historia, me encanta lo conciso que puedes ser y el impacto que logras en tu arte amigo, bien ahi!

    ResponderEliminar
  27. Que bonita historia de amor, precisamente ayer escribí una entrada sobre la enfermedad de Alzheimer. Saludos

    ResponderEliminar
  28. Las emociones y los sentimientos trascienden las identidades, la memoria y la vida misma.

    Abzo

    ResponderEliminar
  29. Hola Julio, que triste y a la vez bonito el relato que nos dejas.

    Besos.

    ResponderEliminar
  30. El tiempo va borrando todo...

    Paz

    Isaac

    ResponderEliminar
  31. Que bonita historia, y cuanto sentimientos ocultos durante tanto tiempo.
    Un abrazo Julio David.
    Puri

    ResponderEliminar
  32. Qué melancólico. Y horroroso de imaginar a su vez.

    ResponderEliminar

EL COMENTARIO ESTÁ SUJETO A MODERACIÓN