Esta es la fila para empezar a leer. Avanza rápido, aunque depende de qué tanto le intrigue el texto al inicio. Siga a la cola, por favor. Pero respete la distancia, no se exponga. ¿Le interesa? Entonces cámbiese para acá. Se viene el nudo literario. ¿O creía que una sola fila serviría para todo el trámite? Estamos en pandemia, debemos hacer distintas filas. Y este microrrelato no se salva. Ya, aquí el desenlace. Antes, déjeme tomarle la temperatura. Muéstreme su permiso para circular. Acomódese bien la mascarilla o no pasa, y quedará con las ganas de saber cómo termina esto.
No me gusta hacer filas. Lo peor es cuando hay dos y te quedas en la que ves que avanza más rápido, pero algo pasa que te instalas y la otra vuela. Tampoco me gustan los compañeros de fila que te meten conversación, que hace frío que hace calor, etc, etc. Ahora con el bicho menos mal tendrán que estar a 1 metro y calladitos (eso espero) Me gustó el micro, por suerte cumplo con los requisitos y puedo comentar sin contagiar a nadie. Un abrazo.
ResponderEliminarComo me ha intrigado, me he puesto en la fila y he seguido las instrucciones. Me he cambiado disciplinadamente las veces que ha hecho falta hasta llegar al final. Mascarilla en boca, he llegado hastael final, espero que sin contagio.
ResponderEliminarUn abrazo.
El bicho lo ha cambiado todo, por desgracia...
ResponderEliminarUn abrazo
Es una pesadilla de filas, para todo, hasta para entrar en la farmacia, porque no se acumule gente dentro. Yo las odio, en particular, todas ellas :-).
ResponderEliminarUn abrazo
Filas tambien por el paraiso !!!
ResponderEliminar¡Muy bueno el texto de hoy!La verdad es que este bicho nos está haciendo hacer filas para todo.
ResponderEliminarUn abrazo, Julio
Me he tenido que levantar de la silla, irme ha buscar una mascarilla, ponerme en la fila de seguimiento manteniendo la distancia pertinente, que no ha sido fácil, dado que no paraban de moverse hacia adelante y atrás, según las neuras de cada momento,Al final he conseguido mantenerme en la fila y leer todo el texto, pero he acabado algo agotado, sin parar de toser, respirando con dificultad y no oliendo nada de lo que se cocía por allí.
ResponderEliminarAbrazos Julio.
Yo no tengo problema, yo llevo la mascarilla hasta para entrar en Internet. Bueno, tanto no.
ResponderEliminarSAludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Muy, muy bueno, sí señor!
ResponderEliminarAbzo
¿Empieza como pregunta y termina como afirmación!
Eliminar¿Qué hago ¡ahora! Jaja
Por lo pronto, un abrazo psicológico.
Eso se llama lapsus cálami. ¡!
EliminarAbzo
Muy ingenioso, he pensado que mejor leerlo con mascarilla y después de haberme puesto gel en las manos.
ResponderEliminarUn abrazo
Más pronto o más tarde todos terminaremos en la misma nada.
ResponderEliminarPerfectamente ambientado.
ResponderEliminarBesos.
¿El tapabocas es estrictamente necesario aquí también?
ResponderEliminarSaludos,
J.
A la fecha han entrado 70 personas a leer este micro, imagínate lo viciado que está.
EliminarUn abrazo psicológico.
La fila del Banco es parecida aunque más larga y estricta así que me quedaré con las ganas de conocer el final. Ya estoy dentro y no permiten usar el móvil... como si fuera poco.
ResponderEliminarUn abrazo Julio David
"¿Y llego muy tarde para saber qué pasó, Ernesto?"
ResponderEliminar¿Y tú me preguntas a mí por el "misterio"... jajjajajjaja...
Abrazo Julio.
Tampoco llegaste tarde, Ernesto, pero ponte a la fila que esto va para largo jaja. El desenlace está a la vuelta de esa esquina que no doblamos nunca. ¡Y resuelto el misterio!
EliminarUn abrazo psicológico.
No se que ha ocurrido con mi anterior comentario que estaba relacionado con el número de visitas de tu relato y la prohibición de reunirse tanta gente,... ¿quizás la autoridad no ha permitido que entrara un solo comentario más?
ResponderEliminarVoy a hablar seriamente con esas supuestas autoridades.
EliminarUn abrazo psicológico.
jajajjajajaja magnifico!!!asi estamos, yendo para un lado y para el otro...y ni hablar si hay que hacer un tramite!!! dios mio!!! genial entrada !
ResponderEliminar¡Hola, Julio David! ¡Ay, las filas! En España se siguen formando, aunque desde que nos obligan a llevar mascarilla desde que salimos de casa digamos que más que filas son amalgamas de gente frente al establecimiento. En fin, todo pasa... Un abrazo
ResponderEliminarQue intriga! ja... pero me parece que este cuento ya lo vi varias veces.
ResponderEliminarMuy bueno, saludos
cuando me he puesto al final de la cola, he reconocido a uno de los 70; le iba a decir que inadvertidamente, me dejara pasar delante; luego he pensado que me iba a perder el centro del relato; asi que he desistido; luego me he dado cuenta que en la primera parte de la cola me han robado la cartera y con ella el permiso de conducir; al final me he salido de la cola y le he pedido a mi amigo del principio que me explicara el micro, y asi lo ha hecho. todo el proceso ha sido agotador. la duda que me invade ahora es si solo habiendo conocido el relato de oidas...¿puedo comentar?
ResponderEliminarEntiendo la frustración. Lo bueno es que siempre estás a tiempo, y mientras no te quites la mascarilla comenta lo que se te dé la gana.
EliminarUn abrazo psicológico.
Quiero saber cómo termina esto, hace mucho calor 😊😊😊
ResponderEliminarToda precaución es poca, ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn saludo.
Si el gran Checo Kafka hubiera nacido en nuestra época sospecho que hubiera escrito algo así amigo,
ResponderEliminarun abrazo del sur de Chile
nunca mejor escrito!!
ResponderEliminarfilas? alguien dijo filas? (empecemos por conseguir citas, si alguien nos coge el teléfono primero).
Paciencia!
saludos
soundsBeat.blogSpot.com
Muy bueno, hay que prevenir como sea, que las palabras por mucho que se acorten, las frases se enteran, tomar párrafo para avanzar en la fila, y que no se note que lees, ponte bien la mascarilla. Jo, es una microhistoria, super inspiradora. Gracias.
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