“Siga por esta calle, doble en la siguiente, avance diagonalmente hasta la cóncava convexa. Cruce. Hay un puente pero no hay un puente. Devuélvase caminando siempre de frente. A veces se pasea un unicornio. Si lo encuentra, seguro llegó”.
Poco sé de la vida, menos entonces sobre esta ciudad. Y así, entrego direcciones inexactas cuando alguien me para por ahí y me pregunta por tal o cual lugar.
Un día, todas esas personas llegaron a mi casa:
-Cada dirección que nos diste nos trajo hasta aquí -dijo una de ellas.
-¿Y por qué? -respondí.
-Porque seguimos tan perdidos como tú.
Que realidad!!!cariños.
ResponderEliminarTodos caminos llegan a Roma....
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ResponderEliminarjajaa, me ha encantado. Todos acaban igual de perdidos y en el mismo sitio :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Me recuerdas mi fantástica atracción para que siempre me paren por la calle para preguntar. Podría usarlo para montar alguna cosa y atenderlos cuando rehresen a mí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vi una pegatina en la luna trasera de un coche que decía: "No me sigas, yo voy perdido también" Pues eso.
ResponderEliminarAbzo
Ni sé donde estoy.
ResponderEliminarNi sé si voy.
Ni sé si vengo.
Ni sé si soy.
La vida misma resumida, jeje
EliminarJaja, que bueno!! Esperemos que no te demanden
ResponderEliminarSaludosss
A veces hay que perderse para encontrarse dicen,
ResponderEliminarun abrazo