Entendió cómo el tiempo corre hacia atrás en un universo paralelo. ¡Y ni hemos descubierto uno! Pero él ya tiene la fórmula (por si acaso). Ahora participa en debates, organiza conferencias, concede entrevistas. Es la estrella, valga la redundancia, donde vaya. Su figura despierta mucha curiosidad, aunque repita las respuestas de siempre a preguntas como ¿hasta qué hora duerme el domingo? o ¿qué lo motivó a ser astrónomo?...
-Cuando niño, un invierno conté las estrellas que veía desde mi dormitorio. Eran 52.
-¿Solo 52? Uno esperaría que tuviera una revelación más grande.
-¿Y cuántas estrellas necesita la noche para sorprenderte?
-¿Solo 52? Uno esperaría que tuviera una revelación más grande.
-¿Y cuántas estrellas necesita la noche para sorprenderte?
Una buena pregunta. ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
me han gustado mucho los textos que encontré en este blog!!! Te dejo un saludo!! esa frase final...-"¿Y cuántas estrellas necesita la noche para sorprenderte?2... nos hace reflexionar sobre cuantas cosas nos causan verdadera sorpresa y asombro..
ResponderEliminarYo con una ya me sorprendo. Soy de muy buen conformar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué buena respuesta. Contar hasta 52 estrellas ya es motivo para elegir profesión...y futuro
ResponderEliminarUn abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYo me duermo con una buen gorda que cada noche se asoma a mi ventana. El resto carece de importancia a su lado.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo no haría otra cosa que mirar estrellas.
ResponderEliminarNo hay nada más hermoso.
Si hubiera siete estrellas me preguntaría ¿pos ora qué pasó?
ResponderEliminar☹️☹️☹️
Me encantó el blog y qué bueno conectar alguien más de Chile ya que tengo en su mayoría blogs amigos de España y Argentina, desde hoy te leeré.
ResponderEliminarGracias por pasarte por el mío,
un abrazo,
Hola! Yo también soy de Chile. Los sigo a los dos. Saludos para ambos.
EliminarPreguntas sin contestacion....
ResponderEliminarHola Julio David, las estrellas siempre sorprenden, desde la primera que aparece en el firmamento. ¿cincuenta y dos? yo me conforma con cincuenta y seis, es más, pronto nacerá otra y serán cincuenta y siete. Me quedo por aquí. Un abrazo y feliz jueves
ResponderEliminarque bonito escribes, me has recordado alguna vez en mi juventud donde dormia en alguna azotea para estar mas cerca de las estrellas, besos
ResponderEliminarMuy lindo texto.
ResponderEliminarBesos al alma
Tú. Una estrella. Ya nos sorprendes gratamente. Me gusta leerte. Y también mirar las estrellas.
ResponderEliminarMás besos.
Bueno, con una sola estrella en la vida es suficiente para iluminar cualquier noche, tal vez el universo pida más.
ResponderEliminarUn abrazo.
La noche es una sorpresa en sí misma. Pero pocos pueden verla.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Buena respuesta para alguien cuya carencia parece no querer sorpresas. Todos tus relatos rebozan ternura. Abrazo.
ResponderEliminarDicen que las estrellas no existen... Todas explotaron hace mil millones de años. Ahora, nos llega su luz, pero alli ya no hay nada... Eso dicen
ResponderEliminarNos hemos puesto de acuerdo, mi post también va de estrellas y es que las estrellas nunca dejan de sorprender o es augurio de que ya el tiempo va hacia atrás.
ResponderEliminarSAludos.
Precioso verso y si, cada estrella es un milagro y verlas lo es aún más
ResponderEliminarPaz
Isaac
No suelo leer blogs de prosa, sobre todo cuando son muy extensos, pero aparte de tu brevedad (no conceptual, me gusta leer mucho en poco) creo que estás en el límite entre la prosa y la poesía.
ResponderEliminarTe sigo.
:))
Yo le preguntaría ¿de qué sirven los universos paralelos si no los conocemos ni sabemos qué pasa en ellos?
ResponderEliminarSeguro que con los astuto que parece me contesta con otra pregunta, como a la de las estrellas.
ResponderEliminarcomo el día, la noche se cubre de insospechadas sorpresas de relucientes guiños.
Mi saludo dejo aquí.
Y cuánto desearía poder pasarme a cualquiera de esos universos paralelos.
ResponderEliminar52 estrellas qué lindo, con una que brilla lindo basta. Ya quisiera que el tiempo vaya para atrás y no para adelante. Saludos desde El Blog de Boris Estebitan.
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