Se sentó en el césped y al frente, un trébol de cuatro
hojas. Eugenio, que no era supersticioso, se obligó a valorar este hallazgo
cotidiano, fugaz, diminuto, como una respuesta inequívoca de la generosidad
inacabable del universo (era eso o suicidarse). Entonces lo atesoró. “Ya me irá
mejor”. Apostó su corazón en ello. Pero no. Cada día fue peor. Y sin embargo,
“ya me irá mejor”. Hasta que una noche lo apuñalaron para robarle la billetera.
Un consuelo que nos alegrará a todos, es que Eugenio no
perdió nunca la esperanza: cerró los ojos creyendo que despertaría en el
hospital.
Lo importante es la actitud.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Julio David , vaya que mala suerte , pobre hombre
ResponderEliminarUn relato muy intenso e impactante , me a gustado mucho
Te deseo una feliz semana , saludos de flor.
Una triste realidad,cariños
ResponderEliminarMe he quedado consoladísimo con el último párrafo, la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sé si la esperanza le servirá después de esta vida, pero supongo que es más llevadera la vida mientras creemos que puede ir mejor que cuando ya damos todo por perdido.
ResponderEliminarBuen relato duro.
Un abrazo
Muy bueno. Esa esperanza, que es lo último que se pierde, dice el refrán.
ResponderEliminarUn abrazo
Un trebol de quatro hojas o de tres o de dos si crées en el te puede protegir hasta siempre !!
ResponderEliminarLa ignorancia suele ser muy confiada.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz verano, Julio David.
Vivo o muerto seguro que terminó feliz y esperanzado. Un bonsai fantástico.
ResponderEliminarBesos
Una dura realidad la que sufrió tu protagonista. Vivir esperanzados con que las cosas irán mejor es un aliciente de cara a enfocar el día a día
ResponderEliminarUn abrazo Julio D
Puri
Hola Julio, pues no se yo que fue mejor si encontrar el trébol o no, por que vaya suerte le trajo al pobre hombre.
ResponderEliminarBesos.
Los optimistas al menos viven con esperanzas aunque luego se tuerza todo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizá le fue mejor y se ha reencarnado en trébol de 5 hojas.
ResponderEliminarQué negro. Me encantó. La esperanza ayuda a sobrellevar pero no sirve de mucho en realidad.
ResponderEliminarAbrazos.
Parece mentira que haya optimistas tan duros de mollera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y es que no hay nada como la esperanza,...
ResponderEliminarVaya optimismo.
ResponderEliminarAbrazo