“Parece que entraron a robar. Voy a ver qué pasa. Quédate aquí”. El hombre baja. A mitad de escalera se detiene. Entre sombras, una más oscura merodea. Ella también se asoma. El marido con una linterna alumbra al intruso. “¡Ándate o llamo a carabineros!”. El aludido voltea. Se congela. “¡Mira -dice la esposa- tiene cara de violador! ¡Me va a violar, defiéndeme, Jorge! ¡Y fíjate, se lleva tu notebook! ¡Atácalo! ¡Muévete!”. El ladrón deposita lo que iba a robar en el suelo, abre la puerta y corre. La mujer lo sigue y grita: “¡Vuelve, mi marido te miró feo! ¡¡¡Mátalooo!!!”.
Una situación de lo más doméstica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que susto!
ResponderEliminarme gusta sonreir cuando leo lo que me gusta
ResponderEliminarJjajaja qué bueno ha estado este micro, con ganas se ha quedado ella de que la viole jajajaajaj.
ResponderEliminarBesos enormes.
Los ladrones de ahora no son como los de antes. Ni matar a los maridos saben.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajaja, hay que aprovechar las ocasiones cuando se dan.
ResponderEliminarMe gustó cómo hablas de las sombras.
Un abrazo
jaja, pues no sé, igual toca que el marido que no vuelva ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo
Vuelve recapacita y échame una manita...Saludos.
ResponderEliminarSeguramente quería que la violara, je,je. Todo no puede ser en este mundo.
ResponderEliminarAbrazos.
un texto despiadado
ResponderEliminarPor un lado sospecho que quiere ser violada por el desconocido y al ver que su marido no reacciona corre detrás para que el intruso atente contra su marido y sacárselo de encima. Extraños deseos la de esta tipa.
ResponderEliminarAbrazo.
El peligro es ella.
ResponderEliminarEntrar a robar, quisiera uno pensar, no debe ser algo demasiado sencillo...
ResponderEliminarUn abrazo
Lástima que tampoco esta vez haya habido suerte para esta esposa harta del marido.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo, Julio David.
No creo que quiera ser violada, lo que está buscando es provocar una pelea y como dice el título, para sacarse al marido de encima. ¡Tremendo!
ResponderEliminarUn abrazo, Julio.
Desde luego que la pobre escogió un sicario de lo más asustadizo, je, je, je... Un micro con mucho humor negro, algo que me encanta. Un abrazo!
ResponderEliminar😲😱 me dejaste sin palabras....
ResponderEliminarTerrible mujer.
Saludos
Para estos arreglos hay que asegurarse bien de que el sicario no tiene escrúpulos ni miedo. Me hacer reir siempre con ese toque de humor negro que tan bien manejas, Julio. Me ha encantado.
ResponderEliminarAh te dejé una respuesta en mi blog, creo que te va a hacer gracia.
Un abrazo,
ja, ja, ja Es muy bueno, Julio David.
ResponderEliminarQué mujer, terrible toda ella.
Un fuerte abrazo.
Joder con la tropa mi general!
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