(94) ¿La mosca no logra salir por la ventana? ¿Cómo sabes que no usa lentes oscuros si nunca te detuviste a mirarla? ¿O será fotosensible? ¿O ciega? Ayúdale a encontrar su bastón, ¿puedes? (95) ¿Quién trenza en una sola cabellera pelirroja el amanecer y atardecer? (96) Si tuviéramos la cabeza del tamaño de la Vía Láctea ¿ahí sí cabrían nuestras preocupaciones, y no solo las vanas? (97) ¿Qué le contará de nosotros el sol al resto de estrellas? (98) ¿Existirá relación más toxica que el cuchicheo entre el insomnio y la madrugada? ¿O es pura tensión sexual que los mantiene incansable, tiernamente torpes e imaginativos?
Pregunta a pregunta se teje una respuesta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tocamos con el dedo las cien.
ResponderEliminarAy, que dificil es encontrar respuesta a esos interrogantes...
ResponderEliminarEsa cabellera pelirroja me ha dejado muda
ResponderEliminarUn abrazo
El insomnio y la madrugada están liados.
ResponderEliminarDesde siempre.
La Vía Láctea, y el sol y las estrellas, son dos planteamientos de interés que, cada quien, deberá responder-se!
ResponderEliminarAbrazos Julio.
No sé si las moscas usan lentes ocuras o son fotosensibles, pero ciegas seguro que no, pues no dejan de venir una y otra vez a molestarme en el mismo lugar.
ResponderEliminarUn saludo.
En el penúltimo día
ResponderEliminarde un eclipse clandestino
hostigada por el sino
la madrugada plañía.
Te dejo un abrazo, Julio David.
"El cuchicheo entre el insomnio y la madrugada..." ¡¡Qué preciosa forma de expresarlo!! La verdad, tocayo, no sé de dónde sacas preguntas tan difíciles. Menos mal que esto no es un examen :))
ResponderEliminar¡Un abrazo!!
Tus últimas preguntas son muy poéticas y siento que si intento darles una respuesta las arruino.
ResponderEliminarTe felicito, Julio, misión cumplida.
Un abrazo.
Espero que la 96 no se cumpla, ¡por favor! je, je
ResponderEliminarGeniales.
Un abrazo, Julio David.
¡Ay! Esas puñeteras moscas que te revolotean mientras estás escribiendo en el ordenador... Y mira que le ofrezco un bastón y hasta una sarta de palos para que se vaya, je, je, je...
ResponderEliminarSi tuviéramos la cabeza tan grande como la Vía Láctea creo que no habría cabida a las preocupaciones, ni vanas, ni profundas... Seríamos conscientes de que somos puntos minúsculos y efímeros en el tiempo y el espacio.
Y ostras ¡estamos ya en la 98! ¿Cuál será la cien ?
Un abrazo!!
Prefiero la tensión sexual que lo tóxico... pensando en el romance del insomnio y la madrugada.
ResponderEliminar¡Y sólo faltan dos! ¿De verdad no ampliarás ese cien?
Un abrazo