Lapsus (2)
Lo que escribo es clavo. ¡Y que se entere tu espeso! ¿No te llagan mis correas? Voy a morar de pena. Supérate pronto. ¿Quién como yo treta tu saxo? No es macho, pero es mujer a lo que te ofrece ese quien en tu lodo ronca. Ya basta de perros. Me apremia saber esto: es él o yo. Estoy orto de únicamente sonarnos juntos. Y te enfermo que soy un hombro seno, pero tanto te amo que me informas. No te culpo. Yo me ilusiono solo. Así que, por lo vasto, me meteré todo lo que tango por el harto.
Me encanta tu ingenioso juego de palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya juego con expresiones, finales y malabarismo argumental
ResponderEliminarUn abrazo, Julio David
Sorprendido me dejas.
ResponderEliminarUn abrazo.
A buen entendedor pocas (y engañosas) palabras bastan.
ResponderEliminarUn abrigo.
Jajaja, el autocorrector y un amante muy descuidado.
ResponderEliminarUn atraso.
Leo y devoro.
ResponderEliminarMe voy.
Me quedo.
No... me largo.
Chao.
Me entretiene y me distrae. De tanto que puedo entender no entiendo nada, o casi nada, que no es lo mismo, pero es igual.
ResponderEliminarUn abrazo
Revisa el autocorrector,... suele hacernos malas pasadas
ResponderEliminar;)
Ay ay ay, que algo no anda bien jajajaja.
ResponderEliminarIngenioso, tocayo, aunque confieso que he tenido que leerlo dos veces para enterarme :)
¡Un abrazo!
Me apunto al comentario de Alís que, como buena gallega, no se sabe bien dónde se queda...
ResponderEliminarSí pero no, no pero sí, pero es igual...
Abrazos.
Me encantó. Yo te aplaudo. Se entiende perfectamente, leyéndolo por supuesto " como debería ser". Me parto de risa.
ResponderEliminarEl final creo que en España no sé si lo entenderán .....el "harto", acá no lo usan como nosotros....
Genial una vez más, Julio
Divertido e ingenioso este micro, donde tal vez te sentiste inspirado por la jitanjáfora. ¡Bendita jitanjáfora!
ResponderEliminarSaludos salados.
Creo que ella debería decidirse de una vez entre el amante con el corrector estropeado o con el cerebro encriptado y ese marido que ronca a su lado sin sobarle el seno...Oh, Julio lo dejo aquí que esto es contagioso...
ResponderEliminarMuy ingenioso, Julio, y se entiende perfectamente el final.
En mi calle hay una tienda que se llama ORTOPEDIA, imagino que a vosotros os haría reír, a mí también, cuando paso cojeando con mi rodilla artrósica y pienso que algún día no lejano seré cliente de ese Orto de tienda.
Un abrazo,
O esa tienda del orto, también hace juego jaja
EliminarUn abrazo psicológico.
Bueno bueno todo es posible, me agrado este blog, gracias.
ResponderEliminarSaludos
Julio David, acabo de encontrar tu blog.
ResponderEliminarte invito a mi espacio
https://www.passionwithoutregrets.com/
ya te sigo,
Gracias :0)
En realidad estropee la gracia de la tienda, Julio. Ya que se llama, y lo pone en letras muy grandes, ORTO Atocha.
ResponderEliminarUn beso,
Increíble pero cierto tu maestría, Julio David, hasta donde puede llegar tu ingenio, cada día me sorprendes más.
ResponderEliminarVaya un juego de palabras, y qué final.
Un aplauso muy fuerte con un beso enorme.