“¿Cómo me irá el 2019?”. El tarotista acomoda la baraja sobre la mesa. Tras la pausa, dice, con seguridad, “todo estará bien”. Cada pregunta la contesta igual: “Todo-estará-bien”. Y de tanto repetirlo el cliente termina creyéndoselo y se retira un poco más contento, pleno, confiado, a cómo llegó.
El tarotista, que estudió por años el lenguaje encriptado de las estrellas, también entiende algo más simple y evidente: solo buscamos ser tranquilizados y comprendidos. Ahora solo simula leer las cartas para darle credibilidad a su respuesta. Incluso ya no se siente tarotista. Es cualquier cosa menos tarotista. Por eso no cobra.
Y yo que me fiaba más de los que no cobran!!!
ResponderEliminarImagínate si hubiese descubierto antes qué necesitamos. Se habría ahorrado muchas horas de estudio. Claro que también habría sido más aburrido y se perdería saber cuál es el mensaje real.
Como siempre, un gusto leerte
Un abrazo
La profecía autocumplida. Creo que nos tranquiliza que nos digan que todo va a ir bien, sea quien sea quien nos lo dice. Este astrónomo de vocación y tarotista de ocasión ha llegado a la conclusión correcta. nada de hacer cartas astrales, poner boca arriba unas cartas esotéricas y ya está :-)
ResponderEliminarBuen texto. Me ha gustado. Un abrazo grande y por un cambio de almanaque grato para ti. Feliz Fin de año
La gente necessita confiarse, hablar de sus problemas y paga para que cualier maga parece comprenderla...
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ResponderEliminarAl menos es honrado y no cobra la autocomplacencia.
EliminarUn abrazo.
Espero que todo esté bien para ti en el 2019.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nada que objetar a este tarotista tan puesto en la condición humana...
ResponderEliminarEl ser humano necesita conjurar que está solo ante la muerte, ante lo inevitable y pide consuelo.
Si no fuera así, no existirían las religiones, ni nadie comparía loteria o esperaría que un milagro cambie lo que no le gusta sin hacer absolutamente nada...
Saber que eres el único reponsable de lo que te sucede, o al menos de como gestionas lo que te sucede, da mucho vértigo.
Un estupendo micro para pensar, con esa pizquita de ironía marca de la casa.
Que 2019 te sea propicio, Julio, piensa en la ventaja de estrenarlo: todo está por hacer y por descubrir.
Un beso,
No deja de ser un servicio social y el tarotista un benefactor para aquellos que desean vivir felices (y engañados).
ResponderEliminarUn abrazo.
Desde el momento que no cobra y logra transmitir tranquilidad, no es poco, ¿no?
ResponderEliminarPor casualidad, tendrías su dirección...
Un abrazo risueño y que todo te vaya bien en el 2019.
Al menos, este es honrado, je, je, je... Yo, que también tengo dotes adivinatorias veo un maravilloso y literario 2019. Un fuerte abrazo, Julio David.
ResponderEliminarAl menos a tu tarotista se le debe agradecer que a su manera es honrado, hay muchos que ni siquiera dan la tranquilidad y encima cobran.
ResponderEliminarBesos y muy feliz 2019
Cada inicio de año es un punto de inflexión, de esperanza, de nostalgia, de revisión... ¡Que el futuro sea positivo! Un abrazo
ResponderEliminarSi bien tarotista y astrólogo no son sinónimos en cuanto a lo que hacen, si en cuanto a la mentira que venden. En eso no hay duda.
ResponderEliminarSaludos y suerte,
J.
Pensé que la diferencia no iba a ser tan importante, pero ya que lo mencionaste, sí, es mejor decidirse por una para darle congruencia.
EliminarUn abrazo psicológico.
Este es honrado y eso inspira confianza a los clientes.
ResponderEliminarRecibamos al nuevo año con ilusión, la vida se encargará del resto.
Un abrazo
Puri
Yo sí creo en el tarot, a mí una vez me leyeron las cartas y todo lo que me dijeron me resultó.
ResponderEliminarAndo sin tiempo estos días, pero volveré, para leerte como dios manda, ahora solo quiero desearte un feliz año.
Te deseo un próspero y generoso año, y que todos tus deseos se vean cumplidos en los próximos 12 meses.
FELIZ AÑO 2019.
Besos.
Deseo que "todo esté bien" para ti en el año 2109!
ResponderEliminar;)