Como todos los domingos, nuestra diversión es tirarle piedras al tren. Nos escondemos en una fábrica abandonada y apenas escuchamos el silbido, salimos para reventar sus ventanales. Miguel grita groserías cuando hace esto. Puede que así descargue su rabia, porque su papá en la casa vive tomando y pegándole. Es mi único amigo y aunque me da miedo, no tengo a nadie más con quien pasar el rato. Ni siquiera con mi abuelo, menos ahora que está sin trabajo porque duerme más que antes y llora mucho.
Hoy amarramos un perro a las vías.
Estamos aburridos, ¿qué más podemos hacer?
Cuánto dicho en tan pocas líneas.
ResponderEliminarSaludos.
El ocio es el padre del vicio y de los malos pensamientos.
ResponderEliminarSaludos.
El aburrimiento mal encauzado, en vez de ser creativos en positivo lo son en negativo.
ResponderEliminarUn abrazo.
En quelques lignes tout un roman social !
ResponderEliminarufff
ResponderEliminarrealidad de muchos barrios...
saludos
El aburrimiento puede llegar a ser capaz de lograr cosas aterradoras... Besotes!!!
ResponderEliminarQué triste lo que has contado aquí, me ha llegado muy hondo, no se si es porque hoy tengo el día emotivo o porque tu texto es desgarrador, así me llegan hoy tus letras.
ResponderEliminarBesos.
Qué ruindad la de estos muchachos...Las circunstancias forjan a las personas, en algunos casos como éste, desgraciadamente.
ResponderEliminarUn saludo, Julio D.
Joder.
ResponderEliminarBrutal.
Me has recordado a Miguel Delibes.
Buenísimo eh...
El hastío, el vacío, la soledad, la miseria pueden pervertir el alma del ser más puro. Escalofriante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ufff... ¡qué duro!
ResponderEliminarMuy cruel, pero si querías impactarnos lo has conseguido.
Un abrazo.
Hola, Julio.
ResponderEliminarCoincido en que es un relato tan crudo como real. El aburrimiento puede llevarnos a cometer atrocidades, especialmente durante la infancia.
Un saludo,
Sofía.
Tremendo retrato, en tan pocas líneas, de una realidad brutal y que sigue vigente.
ResponderEliminarMuy bueno, Julio.
Abrazos.
Un relato que dice mucho como están esos niños y que circunstancias le lleva a tirar piedras. Tremendo, un abrazo
ResponderEliminarUn micro brutal, Julio David. Cuenta muchísimo más de lo que muestra pero además lo que muestra transmite la violencia, la rabia que se va acumulando en esos niños. Un in crescendo que quién sabe hasta dónde podrá llegar. Magnífico.
ResponderEliminarPintaste en tan pocas líneas una realidad brutal. Por algún lado debe salir la frustración y amargura, sea lanzando piedras o llorando o tomando y golpeando al que se puede. Y la soledad, esa nos da a cualquier amigo.
ResponderEliminarGrandioso Julio
Lo triste es que es real y actual.
ResponderEliminarSaludos.
Ay, que tiempos aquellos en que los niños tambien vivian en blanco y negro...
ResponderEliminarEspeluznante, amigo
Un relato creativo, Julio. Entretenido!
ResponderEliminarAbrazo.
Hola, Julio, quiero hablar con vos. ¿Me escribís?
ResponderEliminarfreddykingfiles@hotmail.com
Bueno. Allá voy.
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