El tiempo, inexorable, avanzará, tal como ha venido acumulando
días y noches desde la formación del planeta Tierra hasta llegar a hoy, a este
momento, 4500 millones de años después. En 1000 millones de años más, cifra que
nos parece ilimitada pero que se hará presente sí o sí, el sol aumentará su
luminosidad y grosor, y evaporará a nuestro mundo; con sus fronteras bien
cuidadas, su artillería imponente, gobiernos, estatuas, mausoleos, cruces.
Los átomos de
lo que alguna vez fue la Tierra y el gran sistema solar, se esparcirán y
perderán por la galaxia, junto con tu todopoderoso ego.
Mi mente no es capaz de asimilar esos mil millones de años. Si hoy no somos nadie en esta Tierra, entonces ya no quiero ni pensarlo.
ResponderEliminarMuy bueno, Julio D.
Un beso
Nuestra insignificancia hace todavía más ridícula nuestra prepotencia.
ResponderEliminarSaludos.
Puede sonar a tópico, pero es que realmente no somos nada, por más importantes que nos creamos nosotros o nuestras creaciones. Un poquito de humildad en ciertos momentos y una forma más relativa de tomarnos las cosas estaría bien...
ResponderEliminarBuen post, tocayo, me has puesto a pensar :))
¡Un saludo!
Como el hombre no le ponga remedio, dentro de 1000 millones de años no quedarán jardines para dar de comer a ese sol destructor. Llegará el día, por muy remoto que ahora nos parezca, en que el planeta Tierra será inexorablemente reducido a los átomos de los que se formó. De los átomos vienes y en átomos te convertirás.
ResponderEliminarUn abrazo, ahora que podemos.
Esto es así. Más me vale haberme descompuesto del todo llegado ese momento, porque de lo contrario me voy a quemar seguro :P
ResponderEliminarCasa cosa pequena o grande tiene su final .
ResponderEliminarSi es que no somos nada. Besotes!!!
ResponderEliminarO sea que somos un grano de nada en la tierra.
ResponderEliminarBesos.
Biennnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarSobre todo que desaparezca ese maldito ego.
ResponderEliminarSaludos.
Seguro que hasta en las hormigas hay gente prepotente... Seguro...
ResponderEliminarPorque somos insignificantes y no lo toleramos creemos ser el sol y centro del universo.
ResponderEliminar¡Muy bueno, Julio!
Saludos.
...Y tiranos, si es que ha de desaparecer todo.
ResponderEliminarIntenso como las profecías de Nostradamus.
Saludos
Así es, y nosotros tontos del culo por creernos los amos del mundo y si me apuras del Universo.
ResponderEliminarBesos.
Ideales del superego, realidad mundo exterior
ResponderEliminarNada es más cierto que sentirnos el ombligo del mundo y despertar de repente al saber que estamos de paso.
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Es que somos minúsculos aunque algunos se empeñen.
ResponderEliminarSaludos
No somos nada en este inmenso universo, aunque algunos se consideren reinos del mismo. ¡ Que ilusos !.
ResponderEliminarUn abrazo Julio David.
Puri
Es muy probable que pase, pero, por suerte, no estaré para verlo.
ResponderEliminarSaludos.
muy bueno!!!
ResponderEliminarReal, tremendo, ¿liberador?
ResponderEliminarEste micro bien podría ser una excelente crónica breve de una muerte anunciada.
Ah, Julio, me encantó tu comentario en el Almacén. Gracias.
Un beso,
Me gusta tu blog. Lo leo y no soy de comentar pero me gusta mucho. Hoy me trajo a este blog un comentario que leí tuyo en otro blog y me pareció muy sincero.
ResponderEliminarUn abrazo
Todo comienzo tiene su final.
Soms nada en el universo, Aunque a veces nos creamos ser sus creadores.
Me encantó el relato
Un abrazo