Y es en este clima agobiante y
parsimonioso, que un oficinista se levantó de golpe de su silla y dijo: “Lo
siento, pero la vida es muy corta: renuncio”. Luego salió a paso firme de la sala y echó a correr por el
pasillo.
A los pocos días volvió al trabajo implorando por una segunda
oportunidad. Me corrijo: una tercera oportunidad.
Pero lo guardan por su imaginacion !
ResponderEliminarNo hay dos sin tres. Y es que hay quien nunca aprende y vuelve a tropezar con la misma piedra.
ResponderEliminarMuy grande :D ¿Sabes qué? Me están encantando estas entradas tuyas homenajeando al tarot, me parece una muy buena idea.
ResponderEliminarUn poco loco sí que estaba, pero por volver por tercera vez a pedir el mismo trabajo ^^
Espero algún día contagiarme de esa locura. Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarVolverá tantas veces como haga falta, hasta que acepte la misión encomendada.
ResponderEliminarSaludos.
Seguro regresó con la cabeza gacha. Nadie en estos tiempos renuncia al empleo por nimiedades :P
ResponderEliminarAbrazo
Yo renuncié.
ResponderEliminarHice bien.
Saludos.
Sin darse cuenta de que la oportunidad la estaba teniendo cuando se había marchado.
ResponderEliminarSaludos.
Yo siempre me arrepiento cuando renuncio a algo. Lo entiendo.
ResponderEliminarSaludos.
No conozco el significado del tarot pero al hilo de tu historia, tras coger papel y lápiz, he calculado 48 reuniones por día laborable... Y no tengo claro, realmente, si la locura está en irse o en volver.
ResponderEliminarUn abrazo, Julio.
Hay que valorar esas renuncias, lo que aportan, si son buenas adelante.
ResponderEliminarSaludos
Uy, es muy raro que se presenten hasta 3 oportunidades en una misma cosa o aspecto. Desde luego, a la tercera va la vencida.
ResponderEliminarUn beso, Julio D.
Tan irreal, en estos tiempos, como la vida misma... Pero, claro, es sabido, son cosas de locos...
ResponderEliminarQue bueno,
ResponderEliminarSu locura consiste en la de no saber renunciar a su esclavitud de manera permanente.
ResponderEliminarEsto es un mundo de locos, por desgracia.
saludos
Y volverá una y mil veces hasta que tenga claro lo que realmente quiere.
ResponderEliminarUn saludo Julio David.
Puri
Siempre hay mas oportunidades.
ResponderEliminarUn beso.
Dicen que hay que estar loco para renunciar a un empleo en estos tiempos de crisis, pero...
ResponderEliminar...yo creo que sí se le puede llamar loco al protagonista de tu relato, pero por regresar dos veces.
La locura hay que aprovecharla para enfrentarse a los molinos de viento.
Prefiero la incertidumbre y un poco de aventura a renunciar a vivir con emoción por un poco de seguridad.
Un beso,