Cada noche una mujer atraviesa mi casa por dentro.
Disculpándose, me afirma que este es su camino hacia el trabajo, y que no
quiere tomar otras vías porque esta es la única que conoce. Lo cierto, es que con
el tiempo me he ido acostumbrando a su seductora presencia, por lo que a veces
le pido que haga una pausa para conversar y conocernos; beber, reír, olvidarnos
del mundo.
Hoy la esperaba con una cena, pero no ha llegado. Tal vez haya
encontrado un atajo, o la hayan despedido de su trabajo, o haya vuelto al sueño
del cual salió.
Hoy se ha levantado con mala gana. Ha vomitado. Creo que está embarazada.
ResponderEliminarSaludos.
Yo creo, más bien, que es el resultado de la ilusión, o ensoñación, de un hombre solitario.
ResponderEliminarPobre hombre, con las ilusiones que se había hecho...
Tus originalidades no tienen fin.
Un abrazo.
No tenía ganas de que la cosa fuera a más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estaba como una cabra. Casi mejor que no vuelva. Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarQuizás era un fantasma que se le aparecía y al estar solo creía quería que le acompañara. Un abrazo
ResponderEliminar¿El hombre vivía en una acera de la calle?
ResponderEliminarTambién es posible.
Saludos
Me solapo al comentario de Francisco, :)
ResponderEliminarLo que creo es que el pobre hombre vivía de una ilusión y ella por lo que entiendo se aprovechó de ello.
Sácanos de dudas!
Un abrazo.
Temo decirte que no le has agradado a esa seductora mujer amigo, ha preferido caminar otro camino que estar contigo. Ya no la esperes. :D
ResponderEliminarAbrazos
Estará en un viaje de trabajo
ResponderEliminarO haya encontrado ese cielo que antes no reclamó su alma.
ResponderEliminarSaludos.
¡Cuántos firmarían por una experiencia así en sus vidas!
ResponderEliminarUn excelente relato, Julio.
Un abrazo.
O a lo mejor tiene resaca de tanta juerga que tuvisteis el día anterior y está retomando fuerzas para un nuevo encuentro, no te parece , Julio David?
ResponderEliminarEn ganchadita me tienes a tus micros.
Un beso.
Ohhhh es precioso.
ResponderEliminarMe ha encantado este micro.
Una fantasía de realidad.
Un besillo.
Que bueno... Que bueno, amigo... Me ha encantado como has desarrollado este texto
ResponderEliminarUn abrazo
Pues sácala de ese sueño y hazla real.
ResponderEliminarBesos.
Quizás mañana vuelva...
ResponderEliminarGenial eh.
Igual ha decidido poner emoción y mañana cuando no la espere, vuelva.
ResponderEliminarSaludos
Se fue de parranda y luego con el mareo se equivocó de acera y ya ves...Deberás cruzar la calle a ver si te la encuentras. ¡Suerte! 😊
ResponderEliminarVaya despago se ha llevado el pobre...Yo creo que ese día ella libraba en el trabajo simplemente.
ResponderEliminarBuenísimo, Julio D.
Un beso
Es un texto brutal, porque sugiere el género fantástico y el realista. Yo creo que hay seres que, por su peso en vida, nunca dejan de vivir, recorriendo los lugares, o caminos fijos para llegar a su lugar.
ResponderEliminarSea de trabajo, sea hacia su casa, son seres que tal vez ya, muertos, no existan.
me pasa una cosa curiosa con tu blog. Hay textos a los que al clicar para leer, me lleva a una página en la que dice que tal texto, su título, no existe, así que comento sólo los que puedo leer. Un pena, sin duda.
Un cordial saludo
Gracias por la preocupación y por avisarme, Albada. Bueno es saber que cuento con lectores como tú.
EliminarUn abrazo psicológico.
y él iniciará la búsqueda o se quedará así, desconcertado?
ResponderEliminarLo que creas tú, eso va a pasar.
EliminarUn abrazo psicológico.
Genial, Julio, un bello relato muy visual, una mezcla perfecta de géneros que nos hace sonreir y también nos inquieta y nos lleva de los sueños a los fantasmas.
ResponderEliminarUn beso,