Cuando vuelve a casa llega relatándome historias imposibles,
muy propias de alguien con una imaginación privilegiada. Y esto no es lo más
extraño. Ayer volvió de jugar, y me dijo “cierra los ojos y estira las manos”.
Sobre ellas depositó un frasco que en su interior contenía un trozo de
arcoíris. “Lo capturé yo solito”, dijo con gran sonrisa. Para la navidad decoró
nuestra casa con luciérnagas; lo he
visto montado sobre una nube planear por el jardín; y darle vida, con sus
amiguitos, a pájaros hechos de madera. Creo que hice bien con castigarlo sin
internet, televisión ni consolas.
Hasta amigos le has hecho buscarse para paliar la falta de la televisión. ¡Qué crueldad!
ResponderEliminarSaludos.
Pues sí, desde luego que hizo bien en castigarle. Le regaló sin querer, todo un mundo creado con imaginación.
ResponderEliminarSaludos
Qué bonito: un frasco que contenía un trozo de arco iris que capturó él solito... con eso me quedo, me parece de lo más tierno.
ResponderEliminarUn beso.
Qué bueno.
ResponderEliminarYo no sé , pero como tú tengo la impresión de que los niños de ahora viven con menos magia en general. Aunque tengo un ejemplo cercano que sin dejar de lado el mundo tecnológico crea mundos fantásticos con su imaginación.
Prefiero no juzgar niños que no conozco pero mi impresión es la que tú das con tu bonito micro.
Besos.
Iba a escribirte lo mismo que María (más arriba): me atrapaste con ese frasco con un trozo de arco iris, ¡me fascina!
ResponderEliminarGenial micro, Julio D., y muy bien titulado.
Un beso
Ningun cachivache electrónico puede competir con la imaginación de un niño motivado y querido.
ResponderEliminarMe reconozco en tu hermoso relato, Julio David.
Cuando mi niete era más bebé agarrabamos cada tarde una nube bien esponjosa para hacer la siesta, hablábamos con la luna que llevaba una cola de terciopelo cuajada de estrellitas revoltosas, y acogíamos a un pajarito cansado de volar que se recuperaba en el cuellito de mi peque...
Ella no se dormía si no era con el rito y todos los pasos ya dados , pero en los que cada día ocurría alguna sorpresa.
Los niños son siempre los mismos, lo que cambia es cómo se los trata y que tiemepo se les dedica. Es más cómodo que se entretengan con un a pantallita, pero no mejor.
Un beso, ah, sigo riéndome de mis males y parece que empizan a remitir.
Cuánta razón tienes.
ResponderEliminarDe aquí dos generaciones los humanos ya no imaginarán.
Cumplirán órdenes de los robots.
Saludos.
Hay que dejar que su imaginación se forme con las cosas que puedan encontrar en su vida cotidiana, aunque nosotros nos formamos de otra manera, simplemente diferente.
ResponderEliminarEsa magia que crean los niños con su imaginación debe ser preservada y estimulada, ellos serán los que con su creatividad enderezarán el mundo en el futuro.
ResponderEliminar¿Muy idealista lo mío? Es que me sentí identificada con ese chico.
El micro es un encanto, Julio.
Abrazo.
La imaginación es la parte maravillosa del cerebro y eso de recoger un troza de arco iris en un frasquito me ha encantado. Un abrazo Julio David
ResponderEliminar¡Viva la imaginación y abajo la manipulación! (quise decir: abajo la televisión)
ResponderEliminar¡Esto si que es la auténtica revolución!
Un abrazo didáctico.
El mundo real, sin duda, es bellísimo... Hay quién consigue captarlo, atraparlo...
ResponderEliminarUn abrazo
Es que los niños han de ser libres. Es decir, no estar atados a pantallas que manipulen o encarcelen su imaginación. Muy buen relato bonsai.
ResponderEliminarUn saludo
que bonito
ResponderEliminarjugar con la imaginación, pero también no olvidar que sin Internet no podría suceder todo esto
todo en su justa medida
Un buen castigo, sin duda.
ResponderEliminarLa magia e imaginación de los niños, un mundo que parece abocado a desaparecer.
Muy bueno Julio David, ;)
Un abrazo.
La imaginación siempre será el mejor juguete. Un besote!!
ResponderEliminarYa lo creo, tocayo, tu prota hizo mejor que bien. Nada de entretenimientos prefabricados sentado en un sofá, mejor que mente y cuerpo circulen libremente :))
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Qué lindo es recordar cómo jugaba uno cuando era chico. Gracias.
ResponderEliminarSaludos.
Es precioso este micro Julio D. el frasco con el trozo de arco iris es el vivo reflejo de la imaginación del niño, y es deber de los mayores que esa nunca se oxide, de ahí que los entretenimientos de hoy en día deben estar limitados.
ResponderEliminarJugar mejor con el uso de la imaginación.
Saludos Julio D.
Puri
Recuerdo esos frascos con luciérnagas, eso sí, en la época de la que te hablo, no existía internet.
ResponderEliminarMe encantó