Papá me dijo que las norias en los parques de atracciones podían ser robadas por un gigante para armarse bicicletas. Por eso cuando nos subíamos a una, me pedía que no gritara para no alertarle sobre nuestra ubicación. Así, conteniendo el terror, superé el miedo a las alturas.
Hoy voy a hacer lo contrario y voy alertar al gigante sobre mi ubicación, por lo cual desarmaré la vieja bicicleta y colocaré sus ruedas afuera de mi casa, para cuando las encuentre me diga: “Hijo, me las llevo para ponerme a pedalear en el cielo”, o donde sea que esté ahora.
Otro micro súper tierno Julio. Abrazo
ResponderEliminarManeras de superar los miedos, que al darle la vuelta, aún lleva mças a un mundo de fantasía. Muy curioso y tierno.
ResponderEliminarUn saludo
Una fantástica manera de honrar al padre ausente.
ResponderEliminarAbrazos.
Ciertamente. He ahí el corazón de esta historia.
EliminarUn abrazo psicológico.
Entrañable idea.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bonito... Es una imagen de lo más tierna. Un besote!!
ResponderEliminarUn micro de los que son bonitos por la ternura que emana. Besos
ResponderEliminarEn norias sin miedo a gigantes subía de niño en la ferias... Y los cuentos que me contaban no eran más largos que tus relatos.
ResponderEliminarUn abrazo, Julio.
El gigante se monta en la noria y me grita, para que mis miedos giren en el aire y me maree aún más y por eso mismo, jamás monto en bicicleta.
ResponderEliminarSaludos.
Un gigante ladrón y un hijo super agradecido.
ResponderEliminar¡Buen micro, Julio!
Abrazo.
Ostras, qué bonito, Julio David. Súper tierno. Me encanta.
ResponderEliminarBesos.
Qué tierno, Julio. Espero que el niño obtenga su recompensa por una ilusión tan pura y generosa :))
ResponderEliminar¡Un saludo!
Ese niño se merece un arrumaco y muchos besos por tener viva la ilusión.
ResponderEliminarCuanta ternura en tu protagonista .
Besos Julio D.
Puri
Ternurita.
ResponderEliminarUn saludo
Jo, este es precioso Julio. Me ha gustado un montón :)
ResponderEliminarSimplemente hermoso, Julio.
ResponderEliminarSaludos.
Me gusta
ResponderEliminarMucha nostalgia, pero sorprendente.
ResponderEliminarComo siempre.