“Así se debe sentir flotar por el espacio”, dice mi amigo
cada vez que cuenta la misma anécdota. Ahora es un experimentado pescador, pero
en sus inicios una vez cayó de un barco, y mientras descendía tragado por el
fondo abisal, vio cómo las estrellas de mar, hacia la superficie, se encendían tal
como los astros en el cielo. Desde entonces supone que el océano es otra forma
de infinito, con sus propios misterios impenetrables. “No conocemos las
profundidades de la Tierra ni las del universo”. Y a veces, cuando estornuda o
tose, sigue, todavía, expulsando litros de agua salada.
Ya sabía yo que algo maravilloso había... decidido, mis cenizas al mar.
ResponderEliminarSaludos.
Descubriendo otros mundos sorprendentes gracias a la capacidad pulmonar de ese personaje.
ResponderEliminarSaludos
Hacer una paella con agua de mar...sirve?
ResponderEliminarUn saludo.
A mí es que el agua siempre me ha dado mucho miedo. Casi preferiría explorar el espacio en serio. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarUn pez de otro mundo...
ResponderEliminarSublime transformación.
Me encantó!
Un abrazo, JD.
Acertada idea la de tu amigo al suponer que el océano es infinito… y tiene sus propios misterios insondables.
ResponderEliminarUn abrazo, Julio.
A mí me pasa como a Álter, que soy de secano. El mar me encanta, pero me da mucho respeto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay otros mundos apate de este, le gritó Jacke al pistolero, y cuánta razón tiene.
ResponderEliminarAy, el mar y sus insondables misterios...
ResponderEliminarUn abrazo
El mar me infunde miedo pero no tanto porque de algún modo no es infinito.
ResponderEliminarUn saludo
El mar es el universo mojado de la tierra.
ResponderEliminarMe gustó la definición que le diste en tu micro de "otra forma de infinito".
Un beso.
El mar es el universo mojado de la tierra.
ResponderEliminarMe gustó la definición que le diste en tu micro de "otra forma de infinito".
Un beso.