No respetó la orden de alejamiento y recorrería el mundo hasta dar con su ex. Tampoco tuvo que buscar tanto: la encontró donde la abuela. Martillo en mano, las intimidó fácilmente. A la viejita le bastó empujarla para romperle la cadera. Mientras la otra, con el pavor de siempre, se encerraba a rezar en el baño. Y rezó. Rezó. Rezó hasta qué, finalmente, aparecieron los ángeles. También hadas y unicornios, y Superman y Iron Man. Todos bloqueándole el paso al agresor.
Es el microrrelato más inverosímil, el peor, pero no importa mientras la víctima se salve de una puta vez.
Me has puesto los pelos de punto y he estado a punto de aplaudir. Enhorabuena.
ResponderEliminarSi tú estás con los pelos de punta, entonces ya me imagino a la pobre protagonista de esta historia. Menos mal que apareció Superman.
EliminarUn abrazo psicológico.
Qué buen humor negro Julio, me ha encantado.
ResponderEliminarAbrazo.
Me gustan las historias en donde se rompe "la cuarta pared".
EliminarUn abrazo psicológico.
Te has salido del guión habitual al que nos tienes acostumbrados, demostrando lo harto que estás, como la inmensa mayoría de personas, de este tipo de violencia.
ResponderEliminarMuy bueno, Julio D.
Un beso
Estamos todos hartos, empezando por quienes la sufren. Un milagro de vez en cuando no les vendría mal.
EliminarUn abrazo psicológico.
Sus oraciones fueron escuchadas :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Y eso que iba a poner al rescate de la mujer a más personajes, pero de haberlo exagerado hubiese creado un empacho.
EliminarUn abrazo psicológico.
Pero que buen micro. Sabes que me ga encantado sacándome sonrisas?
ResponderEliminarUn beso
Siempre es bueno y sano sonreír, en tu caso, espero que sea el doble de bueno y sano, ya que me dices que sonreíste, ha de ser por algo.
EliminarUn abrazo psicológico.
Verdugos 1000000 - Víctimas 1
ResponderEliminarYa queda menos para el empate.
Oh, visto desde esa perspectiva, uno no sabe si rendirse antes de luchar, o luchar hasta caer rendido. En lo personal, voy por la 2da opción.
EliminarUn abrazo psicológico.
Inverosímil sí, pero muy efectivo para transmitir el mensaje. Muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Es la idea, transmitir el mensaje. Transmitir el mensaje sin importar cómo.
EliminarUn abrazo psicológico.
Ya era hora de encontrar una historia, de eso que ahora llaman violencia de genero, que al fin terminara bien...
ResponderEliminarUn abrazo
En tal caso, esta historia tiene un final súper mega hiper feliz jaja
EliminarUn abrazo psicológico.
Es terrible, esos cabrones tendrían que suicidarse antes de matar y no después.
ResponderEliminarBesos
Estos cabrones siempre piensan que la culpa a su desgracia es de un tercero, en vez de hacer un proceso de introspección y considerar que, quizás, la culpa es solo y exclusivamente de sí mismos.
EliminarUn abrazo psicológico.
ja,ja,ja,ja,ja... Creo que es el relato más pasional, Julio David, que has escrito, incluso el título ya es suficiente muestra de ello.
ResponderEliminarPor supuesto, a estos violadores, asesinos o malnacidos, les vendría muy bien que se les apareciera un ejército de supermanes, unicornios, hombres araña, ángeles y demonios juntos.
Abrazos didácticos
Y más: minotauros, gárgolas y uno que otro psiquiatra. Demonios no sé: el demonio, estos malnacidos, ya lo llevan dentro. Habría que exorcizarlos.
EliminarUn abrazo psicológico.
Conmovedor, Julio, y no diría yo que es el peor de los microrrelatos, pero sí el más fantástico si la condición es que la víctima "siempre" se salve. Quizás algún día, ojalá...
ResponderEliminar¡Un abrazo de jueves!
Estaba apurado por escribir una historia sobre violencia de género con final feliz sea como sea.
EliminarUn abrazo psicológico.
Creo que cuando una mujer ha sido maltratada, si bien ha logrado huir, ya jamás será la misma... está muerta por dentro y no hay héroe alguno capaz de salvarla de eso.
ResponderEliminarBss, JD.
Un buen micro una vez más.
Faltó el abrazo y la compañía de quien te entienda de verdad. Ese que te apoya sin más en todo. Ese que es un héroe hecho a tu medida.
EliminarUn abrazo psicológico.
Ea, que ya era hora de que una víctima se saliera con la suya. Hartitos estamos ya de que al malo siempre le salgan bien las cosas, oye. Mal rayo le parta, y tal.
ResponderEliminarQue lo parta un rayo, y que se muera. Al mundo le sobran las personas malas, por tanto, uno menos, ¿qué diferencia hace?
EliminarUn abrazo psicológico.
Ojalá lo maten.
ResponderEliminarSaludos.
Que lo cuelguen de los cocos (entiéndase testículos).
EliminarUn abrazo psicológico.
Hasta el pato Donald y Mickey mouse tendrían que aparecer si fuera necesario para acabar con esta lacra de desalmados maltratadores hijos de satán.
ResponderEliminarsaludos
Jajaja+ Nada que decir; toda la razón.
EliminarUn abrazo psicológico.
Se te palpa el cabreo en este micro, amigo. No sé si será el peor o el mejor, pero desde luego sí es el más visceral, el que te salió de más adentro.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Si ha de existir el karma, estos agresores debieran morir en la soledad más absoluta imaginable.
EliminarUn abrazo psicológico.
En este caso el fin justifica los medios. Lo importante aquí, como bien dices, es que haya un final feliz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Josep. Final feliz podría haberse llamado esta historia, también.
EliminarUn abrazo psicológico.
Ella no sabía un consejo sabio de mi abuela:
ResponderEliminar"Pon atención a lo que te digo: Todo lo que dejes que te hagan, te lo harán. Así que no lo olvides y a la primera señal, puerta".
Felicidades
Eso de puerta es portazo en la cara? Pues me parece efectivo. Puertas y más puertas para los desalmados y desalmadas, también, claro.
EliminarUn abrazo psicológico.
Tu inventiva y buen escribir no tienen límites. En este micro te has superado, amigo.
ResponderEliminarEspero que todos juntos le dieran una paliza a ese hijo de puta que lo sacara de la galaxia.
Besos.
Jaja Y de seguro allá, a donde vaya, se las arreglará para hacerle la vida imposible a lo que tenga a su alrededor.
EliminarUn abrazo psicológico.
Hola David , yo juraria que ayer por la tarde deje un comentario , y no lo veo , sera que blogger no lo a publicado , que decia que el relato es bueno e impactante , espero que a la proxima vez , sea ella la que le de su merecido , te deseo un feliz fin de semana , espero que este no sea borrado por blogger , ya que últimamente , estan pasando cosas muy raras , te mando un salud de Flor.
ResponderEliminarYa decía yo que echaba de menos un comentario, y claro, era el tuyo jaja Lo vi, lo leí, pero no lo pude responder de inmediato. Y luego cuando lo quise hacer, ya no estaba. Al parecer blogger tiene vocación de mago.
EliminarGracias por florecer nuevamente por acá, Flor.
Un abrazo psicológico.
Creo que hay que verse en la piel de quien padece estos males para, de verdad saber, hasta que punto se siente la impotencia de dejarse hacer y no actuar, por activa, o por pasiva, buscando ayuda o ayudándose de lo primero que se tenga a mano. Se trata de elegir entre lo que aprecias tu vida y el "amor/temor" de quien te la está arrebatando a cada minuto, física o psicológicamente.
ResponderEliminarSaludos Julio.
Claro, primero hay que saber ayudarse para luego pedir ayuda. Tiene mucho que ver la autoestima. La autoestima va más allá de verse bien en las fotos: comprende todo el aspecto de la imagen y la esencia.
EliminarUn abrazo psicológico.
Allí aparecieron todos no te dejaste a ninguno, ;) Lo que sea necesario para salvar a la víctima!
ResponderEliminarMuy bueno Julio David.