Le propinaron dos patadas para apartarlo de la perrita que intentaba preñar. Me sorprendió tanto el descerebrado que perpetró el abuso, como mi propia cobardía. Al perro lo conozco de cachorro, y me duele recordar cuán indiferente fui. Más considerando que es el mismo can quien no me deja olvidar: porque desde entonces a donde voy me sigue: y no por comida o mendigar caricias, ya que ambas cosas me las rechaza. Solo me sigue.
A veces, cuando me asomo por la ventana, lo veo mirándome desde el otro lado de la calle. No sé qué quiere, pero me atormenta.
Debes ser la imagen de un polvo frustrado. Quizá tu salvación esté en encontrarle una perra con la que pueda resarcirse.
ResponderEliminarUn abrazo de esos tuyos.
Te la podría aceptar, pero considera que el animal rechaza también las caricias. Así que (afortunadamente) no va por ahí la cosa.
EliminarUn abrazo de esos míos.
Me tienes descolocada. Lo reconozco, jejeje.
ResponderEliminarUn besillo.
Eso es bueno, dependiendo del contexto. En este contexto es bueno, por ejemplo jaja
EliminarUn abrazo psicológico.
Rechaza tus caricias, eso no implica que pueda relacionarse con su especie ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, no te lo voy a discutir jaja
EliminarUn abrazo psicológico.
Es tu conciencia.
ResponderEliminarMucho cuidado con ella :)
Besos.
Mi protagonista lo sabe, pero no lo asume: le pesa la consciencia.
EliminarUn abrazo psicológico.
Ay, Julio David, me has descrito una historia de mi niñez que me pone muy triste. Es perro que te sigue, es una historia larga y triste la mía pero tan igual a la tuya. Adoro a los perros.
ResponderEliminarBesos
Ahora quedé intrigado, tengo que saber qué te aflige: no por morbo, por empatía... A pesar de que esto es literatura, es ficción.
EliminarUn abrazo psicológico.
Quiere que no olvides. Y que no repitas. Besotes!!!
ResponderEliminarClaro, lo veo contundente así: que un perro, al que no defendiste de un ataque, te acompañe de ahí en más para recordarte de tu error.
EliminarUn abrazo psicológico.
Si intentaras un acercamiento tal vez sabrías el verdadero plan del perrito.
ResponderEliminarUn saludo
El hecho de que no puedan hablar, los hace simples, directos, y aun así misteriosos.
EliminarUn abrazo psicológico.
¿Es un perro de mirada aviesa? ¿Algo así como si tramase algo? Ten cuidado, no podemos fíarnos de según que animales... lleva siempre beicon en el bolsillo, por si acaso.
ResponderEliminarJaja buen consejo. En un final alternativo, esta historia podría terminar así: con el tipo llevando comida en los bolsillos, por si las moscas.
EliminarUn abrazo psicológico.
Ainssss se necesita ser bruto para apartar así al perro!! Y respecto a tí, bueno, quizás debas asegurarte de que alguien más ve al can siempre cerca de tí... La culpabilidad juega muy malas pasadas :P
ResponderEliminarUn abrazo absolutorio!!
Gracias por el consejo, tocaya, pero tranquila que todo esto es ficción. O sea, hay cosas entre la realidad y la fantasía, pero básicamente este es un blog de literatura, o sea, de invenciones.
EliminarYo mismo soy un oso de peluche, imagínate jaja
Un abrazo psicológico.
Claro, ya lo comprendo, pero no me refería a tí exactamente, sino a la "primera persona" del relato. Ya imagino que no andas viendo visiones jajajajja.
EliminarY el caso es que te comprendo muy bien. Yo en ocasiones he escrito cosas muy dramáticas en primera persona y he recibido muestras de apoyo y solidaridad a montones. ¿Cómo explicar a esos bienintencionados lectores que es todo invención y que yo estoy más fresca que una rosa? Gajes de jugar con la ficción y la realidad, supongo. Resultar demasiado creíble tiene sus problemas ;)
Un abrazo de domingo!!
Claro, en este caso nuestros blogs no son para expresar vivencias personales ni íntimas. Aunque igualmente en nuestros relatos, a veces, dejamos entrever estados de ánimos u opiniones. Todo en clave de literatura.
EliminarPero sí, escribir en primera persona da para confundir a la gente, es verdad jaja Solo queda agradecer los bienintencionados consejos, nunca están de más.
Se nos llena la vida de tormentas cada vez que miramos nuestro pasado.
ResponderEliminarYa lo irás viendo.
Saludos.
A veces mejor colocarse anteojeras, como los caballos, y tal como ellos, correr a lo loco siempre hacia adelante.
EliminarUn abrazo psicológico.
Quizá su cola pueda darte una pista. Observa si, cuando te observa, la mueve de un lado a otro o la tiene entre las piernas. Por lo menos intuirás si se siente bien o mal contigo.
ResponderEliminarMe da pena el pobre perrillo.
Un abrazo.
Observaré ese detalle con mi propio perro. En los animales casi todo se reduce al lenguaje y la expresión corporal.
EliminarUn abrazo psicológico.
Esto no va a acabar bien ;)
ResponderEliminarMalos presagios por todos lados.
EliminarUn abrazo psicológico.
Como positiva que soy voy a apostar por un final feliz entre ambos protagonistas de ficción.
ResponderEliminarDe modo que abusando de tu confianza, Julio David, me tomo la libertad de escribir que un día cualquiera los dos se miraron fijamente a los ojos, el perrito movió de un lado a otro su cola y nuestro protagonista lo abrazó sin poder separarse de él por un largo tiempo imposible de medir en un reloj y después ambos decidieron seguir juntos el devenir de sus vidas.
Un abrazo didáctico
O sea me dices que el perrito buscaba el perdón a través de un abrazo?... Puede ser. Pero hay que tomar en cuenta que es el propio perro el que rehusaba las caricias, por tanto un abrazo son palabras mayores. Es igual que una relación de pareja: hay que trabajar en la confianza luego de un desengaño.
EliminarMe gusta tu final feliz. En verdad todo depende del perro, ya que él se sintió defraudado por quien creyó que lo iba a defender.
Un abrazo autodidáctico.
Igual es que la amistad verdadera es eso, alguien que está contigo siempre y que en tu caso debes aceptar su forma de ser.
ResponderEliminarHay gente que quiere caricias y otros simplemente no.
Saludos.
Es un perrito que quizás, como dices, está en proceso de reconciliación, pero a su modo. O sea, también está aprovechando de atormentar para hacer sentir todavía más culpable al afectado.
EliminarUn abrazo psicológico.