Tenía ganas de pasear por lo que, sin darme ni cuenta,
crucé la ciudad. Y continué. Recorrí viñedos, laderas, ríos entre cerros
poblados por árboles, frutos y animales. Pasé por pueblitos, muchos de ellos
abandonados. Luego el paisaje me desorientó: cada bifurcación me conducía a
sitios más extraños. Quería regresar pero no sabía cómo. Hasta que, en un
páramo, divisé a una multitud de personas. Me dijeron que llevaban años
perdidos. Que cada uno, por su lado, un día echó andar y no volvió más. Y que todos
llegaron aquí, a este lugar, de donde creo no me iré nunca.
Al final las cosas más complicadas —como la penicilina o el fin del mundo— se encuentran por casualidad, cuando no las buscas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro que sí. Suele pasar que todo aquello que te sucede, pero que no lo tenías programado, te cambia la vida.
EliminarUn abrazo psicológico.
¿No hay manera, eh? Aunque uno quiera desaparecer acaba siempre por no encontrarse solo... ¿Será nuestro sino?
ResponderEliminar;)
Un abrazo, Julio David, y gracias por la canción. :))
Jorge Drexler es un artistazo. La canción que te mostré, don de fluir, es una pequeña muestra de su inmensa fuerza creadora. No sé, a mí me gusta, no se nota? Jaja
EliminarUn abrazo psicológico.
Si no quieres volver será un buen lugar. Yo también me iría a alguno mejor.
ResponderEliminarBesos
De hecho todo lugar nuevo es buen lugar para quedarse, si lo que quieres es no regresar de donde vienes.
EliminarUn abrazo psicológico.
Me gusta, pero fíjate que quizás me gustara más si "No tenía ganas de pasear y sin darme cuenta...", en tal caso harías referencia a los desaparecidos por secuestro, ideales, o asesinados. Esto al margen, nos llevas de la mano al destino de muchos, ese quedar desaparecido para siempre.
ResponderEliminarPues sí, pensé en ese "no tenía ganas de pasear y sin darme cuenta llegué a tal lugar...". Pero también pensé que habría un mejor desarrollo y un mejor nudo, si sale a pasear pero se pierde, llega a un punto de no retorno, y luego se encuentra con más personas que también se perdieron sin saber cómo: solo un día salieron a caminar y no regresaron.
EliminarUn abrazo psicológico.
Qué misterio! Algo debió atraerles a todos sin que fueran conscientes de ello. Una fuerza desconocida les reunió. Quizá sea ese el lugar donde los alienígenas abducen a sus presas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buena teoría, me gusta. Como dices tú, le suma más misterio a este caso de los desaparecidos.
EliminarUn abrazo psicológico.
Sí, perdimos el norte hace años, y ahí estamos sin saber cómo volver.
ResponderEliminar¡Buenísimo, Julio David!
Un beso
Más brújulas, pero también más intuición para guiarse.
EliminarGracias, Chelo.
Un abrazo psicológico.
Sintió como una llamada del más allá, que le llevo hasta ahí? Tenían un líder que les impedía regresar?
ResponderEliminarSaludos.
No se sabe, Alfred. Cada lector puede sacar sus propias conclusiones. Hoy ando democrático jaja
EliminarUn abrazo psicológico.
Un concepto interesante ese del sitio donde van a parar los que caminan sin rumbo. Un besote!!!
ResponderEliminarGracias, Alter. Encontrarse con otros que también perdieron el rumbo, por último, en algo, reconforta. Creo.
EliminarUn abrazo psicológico.
Un curioso fenómeno colectivo que no parece alterar ni dañar a los "afectados". Quien sabe si la intuición no ha conducido a un grupo de privilegiados a un lugar maravilloso del que no merece la pena volver...
ResponderEliminarUn poco inquietante sí me ha resultado, la verdad. Yo mejor me quedo donde estoy, por si acaso :P
Un abrazo de martes!!
Sería bendición o milagro, no sé bien cómo catalogarlo, si fuese el caso que una especie de intuición o guía ha reunido a tantas personas en un lugar mejor. Es lindo suponerlo.
EliminarUn abrazo psicológico.
Genialllllllll!!!!!
ResponderEliminarLos imagino... imagino la escena... apoteósica.
Bravo.
Jaja desaparecer y aparecer allá, con ellos.
EliminarUn abrazo psicológico.
Cuando se sale sin dirección y sin motivo alguno es que inconscientemente SI hay un motivo y una dirección que hemos olvidado o se nos ha quedado fuera de nuestro campo de consciencia... De modo que no es de extrañar que ya este protagonista no quisiera regresar más. Dicha teoría es aplicable también a un grupo de personas que llegan por idéntica causalidad o sincronía colectiva.
ResponderEliminarUn buen micro para reflexionar y que nuestra intuición dilucide.
Finalmente ya me he puesto al día con tu blog, Julio David.
Un abrazo gidáctico
Sí, ya estás al tanto de todo hasta ahora jaja Más que agradecido, Estrella. De pronto, y en una sola tarde, me llegó un vendaval de tus comentarios jaja Pero todos aportan y enriquecen al blog, por lo que te reitero mi agradecimiento.
EliminarUn abrazo autodidacta.
¿Sabes?, yo a veces me he preguntado dónde estarán todas esas personas que desaparecen y de las que nunca se vuelve a saber nada. Tu relato se enreda en lo onírico de algunas de las respuestas posibles y, estas horas de la noche desde las que te escribo, casi parece posible...
ResponderEliminarUn abrazo, Julio David.
Pues es todo muy raro, surreal, quizás. Puede que hasta sirva de consuelo para aquellos que desaparecen sin más.
EliminarUn abrazo psicológico.
El final es que siempre terminamos por encontrar a alguien afín, nadie puede estar tanto tiempo solo sin encontrar un camino que le lleve de vuelta, o a un nuevo hogar.
ResponderEliminarParece que siempre tengamos que andar perdidos, buscando y encontrando.
Un abrazo!
Un final donde nunca se sabe donde se camina sin rumbo. Un abrazo
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