Una tarde de domingo, en casa, mirando por la ventana las
luces recién prendidas de una calle sin transeúntes; calle que parece conducir
a ningún lado en un barrio gélido y silencioso. A veces, en alguna parte, unos
ladridos. El mundo parece multiplicarse en plazas abandonadas, portones y
puertas: todas cerradas. Y más allá, sistemas y galaxias: un universo infinito
en permanente expansión, el que no alberga más vida que este ínfimo y perdido planeta de cementerios y páramos, en donde una mujer (una tarde de domingo, en casa,
mirando por la ventana), no quiere aceptar que se siente sola.
La soledad en el universo más allá de puertas y ventanas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tanta soledad en el mundo y en el universo, y aún así no nos gusta admitir que nos sentimos solos.
EliminarUn abrazo psicológico.
Imagino ese universo que tan bien describes, esas tardes de domingo en apariencia plácidas y con pequeño micromundos agitados detrás de las ventanas.
ResponderEliminarEsas mismas calles podrían estar llenas de bullicio y esa mujer seguiría sintiéndose sola.
Porque no es lo mismo estar sola que sentirse sola.
Necesito la soledad a ratos. La añoro a veces.
Un beso
Hasta donde se sabe, en el universo estamos solos, y en este mundo nos sentimos solos. Pero nos da miedo aceptar que estamos solos en el universo, y nos da pudor aceptar que nos sentimos solos en el mundo.
EliminarUn abrazo psicológico.
Buenísimo Julio. Me ha gustado mucho. Ahora es tan común tratar de disfrazar la soledad.
ResponderEliminarAbrazo.
Y al final se paga cara esa hipocresía: la gente nos cree autosuficientes, y más solos nos hacen sentir.
EliminarUn abrazo psicológico.
Los supuestos acompañantes de los terrícolas deben saberse el refrán de que "más vale estar solos que mal acompañados" y ponen tierra de por medio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese refrán va a cobrar mucho sentido si es que los extraterrestres vienen con intenciones hostiles (o si es que ya están entre nosotros, quién sabe).
EliminarUn abrazo psicológico.
La sensación de pequeñez al contemplar el firmamento y la madre naturaleza es inevitable. Peor aun es sentirse solo en medio de una jungla de asfalto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Toda la razón! Y en el fondo, esta es una historia simple: dado el contexto, se le dan todas las condiciones para sentirse sola, pero ella se niega a aceptarlo (por alguna razón).
EliminarUn abrazo psicológico.
Muy bueno. Y cuánto más grande la ciudad mayor la soledad. De todos modos, seguro que no estamos solos en el Universo.
ResponderEliminarBesos.
Hay una paradoja interesante, es la paradoja de fermi. Dice que las probabilidades de que haya vida extraterrestre son tan altas, como la nula evidencia que tenemos de ella.
EliminarA veces creo que estamos solos, y a veces no.
Un abrazo psicológico.
Personalmente dejé de preguntarme si había vida en otros planetas, el día que corroboré lo lleno que está de gentuza, y que de no haber llegado hasta aquí, era porque debía haber gente inteligente en otros planetas...
ResponderEliminarSaludos, Julio David.
Gracias por pasarte e invitarme a leerte. Volveré si me dejas...
Sí, puede ser que comentar en un blog, sea de cierta manera "invitar" a que sigan la huella del tuyo.
Eliminar¿Y si los seres humanos somos, quizás, los únicos que hemos podido desarrollar tecnología espacial, y las otras formas de vida en el universo no? En tal caso, aunque parezca un chiste, nos podríamos considerar más inteligentes. Creo.
Un abrazo psicológico.
La soledad nos abrazará a todos.
ResponderEliminarSeguro.
Ahora le ha tocado a ella... después a los demás.
Saludos.
Sí, la soledad, el dolor y la carencia, parecen ser cosas que le sobran a este mundo. Se reparte, se contagia, se promueve.
EliminarUn abrazo psicológico.
Genial, Julio David, me encanta como has enmarcado su soledad, entre un enorme cosmos... Indudablemente nos hablas de una soledad también muy grande...
ResponderEliminarBEsos.
La soledad lo trasciende todo: la solitaria protagonista de esta historia fue creada por mí, un escritor igual de solitario.
EliminarUn abrazo psicológico.
La soledad, lo he descubierto últimamente, no entiende de razones. Es un sentimiento que se mete en los huesos para hacernos palidecer las ganas de vivir y que encuentra siempre un argumento que respalde la sensación de ser pequeños y estar solos...
ResponderEliminarUn micro interesante, transmite muy bien la apabullante sensación de soledad de la protagonista.
Un abrazo en compañía, compañero!! :))
Esa soledad que te imponen, que no buscas, ese tipo de soledad que viene antecedida por un abandono, es de las peores.
EliminarUn abrazo en caravana, tocaya.
El tema de la soledad cuando es querida y buscada, como los hijos, se valora y agradece, pero en cambio cuando es forzada, tiene un sentido opuesto, lo cual resulta demasiado estresante y demoledor para quien la padece.
ResponderEliminarMe encantó leerte Julio David y ahora paso a compartir la publicación.
Abrazo didáctico
Pero queda un consuelo, lo dijo Garcia Lorca: "La soledad es la gran talladora del espíritu". En eso sí creo.
EliminarGracias por compartir el texto, profe.
Un abrazo autodidáctico.
Has descrito la soledad más cruda, pues está rodeada por el universo. Muy buen relato.
ResponderEliminarGracias, mariaÉ. Generalmente me visitas y me comentas, me siento en deuda contigo jaja Dame la dirección tu blog para conocer tu morada.
EliminarLas soledades acompañadas digo yo. Sentados uno al lado del otro, tan solos.
ResponderEliminarSaluditos
¿Peor es estar acompañad@ y seguir sintiéndose sol@?
EliminarUn abrazo psicológico.
La soledad, cuando nos viene impuesta, es terrible... Pura desolación, amigo...
ResponderEliminarUn abrazo
Ciertamente. Y resignación.
EliminarUn abrazo psicológico.
Muchas veces elijo estar sola y lo disfruto; mi soledad puede resultar muy creativa y satisfactoria, tanto que incluso puede terminar convirtiéndose en adicción.
ResponderEliminarSin embargo y por el contrario, me encanta estar con gente, con la gente con la que me encuentro a gusto y tener charlas interminables repletas de risas.
Saludos.
Me alegro que estés a gusto con tu soledad. Cultivala si sabes que te resultará provechosa.
EliminarUn abrazo psicológico.
Un inmenso mundo para una sola ventana.
ResponderEliminarUfff... se palpa ese desamparo.
Muy bueno Julio David.
Un abrazo.