"Lo repito: apenas se vaya tu abuela, el cuadro se va a la basura". "Qué mala compra: cero noción del buen gusto". "Y está tan bien dibujado, que más atemorizan sus facciones". "Y entre más lo miro, más me atemoriza". "Las visitas opinan lo mismo". "A muchos aterra porque...". De pronto el cuadro comienza a temblar, y seguidamente el payaso sale expulsado por el marco como quien salta por una ventana, cayendo del otro lado aparatosamente. "Disculpen. No es mi intención asustarlos, así que mejor me voy".
Ni eso le resulta: se aleja por el pasillo dejando atrás dos infartos.
Susto de muerte, nunca mejor dicho.
ResponderEliminarY entre dicho queda el buen gusto de la abuela.
Abrazos.
Para qué adornar la casa con pinturas o fotografías de un payaso? Porque es ameno? Porque da risa? Qué satisface? Que un psiquiatra me lo explique.
EliminarUn abrazo psicológico.
Y es que en ocasiones percibe más quien menos ve.
ResponderEliminarUn beso
En este caso lo esencial es casi-casi invisible a los ojos.
EliminarUn abrazo psicológico.
Stephen King ya nos lo advirtió; mucho cuidado con los payasos.
ResponderEliminarLa vida común nos lo recuerda a cada paso ;)
Un abrazo.
Los humanos somos tan temerosos de todo, que casi no sorprende que la coulrofobia sea uno de nuestros tantos terrores más.
EliminarUn abrazo psicológico.
Y es que las cosas también tienen su corazoncito.
ResponderEliminarSaludos
Aunque venga en la forma de un ser intimidante. Especialmente en ellos, quizás.
EliminarUn abrazo psicológico.
A mí el payaso no me hubiera infartado, pobre. Los infartos me vienen cuando voy a casas de ricos y veo cuadros blancos, pero blancos como la nieve, o azules como el cielo, sin más, por los que han pagado un dineral.
ResponderEliminarEse "arte" es el que a mí me infarta.
De todos modos, ese cuadro del payaso no lo pierdas... se me ocurren ideas para castigar a algunos...
Besos
Toda la razón. Al parecer lo excepcional y extravagante brinda estatus social e intelectual al poseedor de tal o cual obra de arte, a riesgo de lucir ridículo y estafado en sus pretensiones.
EliminarUn abrazo psicológico.
wou!
ResponderEliminarinsisto mucho mejor que un episodio de "La dimensión desconocida"
saludos!!!
Jaja O "La otra cara del Espejo", su versión chilensis.
EliminarUn abrazo psicológico.
años que no recodaba esa serie
Eliminarera una serie o no?
Sí, la daban por el Mega los domingo en la noche.
Eliminarjajajjaa pues yo pinte un cuadro que tilíla en movimiento segín se mire. Un abrazo
ResponderEliminarGenial! Aunque sea el brillo en la mirada de un payaso...
EliminarUn abrazo psicológico.
El payaso asesino ataca de nuevo...
ResponderEliminarSaludos.
Fue sin querer-queriendo.
EliminarUn abrazo psicológico.
A mi los payasos no me dan miedo (excepto el tuyo) pero sí un poco de grima, jeje.
ResponderEliminarUn beso, Julio D., un micro genial
Me pasa lo mismo... Qué mala reputación se han ganado de la nada estos nobles seres.
EliminarUn abrazo psicológico.
Parece que el sentido del humor y las cosas que producen risa no son las mismas para todo el mundo. Quizá fuera conveniente que el payaso revisara su repertorio :P
ResponderEliminarMuy ocurrente, como siempre.
Un abrazo!!
Jaja oohh qué macabra puesta en escena.
EliminarUn abrazo psicológico.
Lo importante es dejar sensaciones, aunque sean buenas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y éstas no lo son.
EliminarUn abrazo psicológico.
Vale, decidido: no quiero ese cuadro. Por la puerta de mi casa no entra, eso seguro. Los payasos en el circo, ese es su sitio y a mí no me gustan las visitas inesperadas.
ResponderEliminarPor lo menos este payaso se dio cuenta de eso: de que no es bienvenido en esa casa. Habría que agradecerle en vez de morir de susto.
EliminarUn abrazo psicológico.
Los payasos fuera de su ambiente son sospechosos la gente los mira mal. La verdad es que ese no es sitio para un payaso,por eso decidió salir por piernas y el resultado trastornó a la concurrencia.
ResponderEliminarUn abrazo Julio David
Puri
Muy bien arquera, diste en el corazón del texto!
EliminarUn abrazo psicológico.
Nunca he entendido porque hay gente a quienes les atemorizan los payasos, pobrecitos. Y, además, éste es especialmente considerado.
ResponderEliminarUN relato simpático y muy original.
Un abrazo.
Lo curioso, es que muchos niños les temen. Es raro, porque supuestamente ellos, los niños, no están contaminados e influenciados con ese prejuicio social. Entonces hay algo inherente en los payasos, o no?
EliminarUn abrazo psicológico.
Como para no dejar infartos a su paso... A mí me pasa eso y me dan los siete males. Jajajaja.
ResponderEliminarBesotes!!!!
Yo quedaría hablando en chino mandarín, de lo puro nervioso que me pondría.
EliminarUn abrazo psicológico.
Eso es que estaba yo allí, porque si estoy, seguro me infarto! jajaja Un abrazo
ResponderEliminarPor intentar hacer un bien, resultó todo peor. Esto podría acrecentar la idea de que los payasos provocan males aun cuando no se los propongan. Es como un karma.
EliminarUn abrazo psicológico.