Van años que los pájaros que anuncian la lluvia, equivocan predicciones. Es que la naturaleza dejó de ser sabia, o quizás nunca lo fue del todo. La evidencia es el ser humano al pináculo de la evolución: donde unos ven bandadas nostálgicas y confundidas, otros leen designios inquisitivos. ¡Aquí vienen los ángeles!, vociferan, al verlos emerger de la polvareda rojiza del horizonte. Y la única lluvia que traen consigo, es la que se me cuela en la memoria: vívidos grabados de tierra húmeda, parecidos a los documentales que los ecologistas proyectan en la plaza desde que se tomaron el país.
Magnífico. ¡Si es que no tengo nada malo que decirte! *O*
ResponderEliminarNi yo tengo otra cosa que responderte que ¡gracias! Jaja
EliminarUn abrazo psicológico.
El orden de las lloviznas últimamente a mi me alteran las estaciones....
ResponderEliminar:P
Es como ir a la playa: en la playa, pareciese que solo existieran dos estaciones: verano e invierno (y esto no tiene nada que ver con el cambio climático, es solo una percepción).
EliminarUn abrazo psicológico.
Quizás la naturaleza nunca fue sabia, tampoco había con qué compararlo, en todo caso tampoco parece que nosotros lo estemos haciendo mejor, por mucho que podamos predecir una lluvia que no siempre es bienvenida.
ResponderEliminarUn saludo
Como dice el poeta Nicanor Parra: Basta de profecías apocalípticas, ya sabemos que el mundo se acabó.
EliminarCatastrofista? Claro que sí, pero moderado.
Un abrazo psicológico.
Me pasé por aquí para agradecer tu comentario, y de paso leer un poco tu blog. Me parece un sitio donde poder quedarse! Un abrazo! Me encantó este texto!
ResponderEliminarEn mi imaginación, este blog es como el metro a las 8:00 am: cabemos todos si nos sabemos apiñar.
EliminarUn abrazo psicológico.
La naturaleza va a su bola, que es lo que toca cuando los hombres queremos cambiar las cosas, intentando domesticarla.
ResponderEliminarSaludos.
"El error consistió en creer que la tierra era nuestra, cuando la verdad de las cosas es que nosotros somos de la tierra". Nicanor Parra.
EliminarUn abrazo psicológico.
Yo soy más de los del apocalipsis: ya verás cuando una lluvia pero de las radioactivas empecie a hacer estragos, ya :P
ResponderEliminarEs por eso que me estoy preparando un paraguas de acero, a costa de que los vecinos me llamen loco.
EliminarUn abrazo psicológico.
Soy mayorcita y no veo tanta diferencia de unos años a otros.
ResponderEliminarpero cuando alerttan los entendidos de lo que puede suceder si no cuidamos el planeta, debemos hacerles caso.
Gracias por tu visita. Me gusta tu blog.
Un abrazo.
Mi texto trata sobre una sociedad futura que ya vive inmersa en un desastre climático.
EliminarUn abrazo psicológico.
Gracias a tu visita a mi blog, conozco tu trabajo.
ResponderEliminarMe quedo siguiéndote y poco a poco me irás leyendo.
Tu texto refleja justo lo que quieres denunciar,
saludos
Genial, más puentes para nuestras islas.
EliminarUn abrazo psicológico.
La naturaleza es sabia, con esa sapiencia que da lo ancentral, el llevar aquí desde el principio y saberse todos los trucos... Y en verdad se los sabe, tanto que un día va a aplicarnos uno de sus preferidos, el de hacer desaparecer de un plumazo. Se librará de la humanidad sin despeinarse, que ya bastante le hemos desordenado el pelo nosotros.
ResponderEliminarImagínate que un investigador japonés afirmó que el agua tiene memoria, que reacciona a nuestras emociones, y que el océano "piensa". Sea así o no, da terror suponer que de lo más abisal se pueda estar gestando la venganza del mar hacia nosotros.
EliminarUn abrazo psicológico.
A lo mejor es que nunca se propusieron anunciar nada: sencillamente, pasan por ahí sin más intenciones que las puramente suyas. De las casualidades a veces los humanos deducimos normas.
ResponderEliminarY gracias por la visita.
Y las normas los volvemos dogmas: de ahí la sobrevivencia de la religión a través de los siglos, por ejemplo.
EliminarUn abrazo psicológico.
Quizás la naturaleza, en su sabiduría, planea algunos cambios que no comprendemos. O quizás es ella la que no nos entiende a nosotros, empeñados en alterar, egoista y despreocupadamente, lo que ya estaba dispuesto mucho antes de que ninguno de nosotros viéramos la luz... :)
ResponderEliminarEl hombre no observa y luego actúa, sino que hace su capricho y luego se sorprende de las consecuencias. Lo mismo aprendemos esa lección muy por las malas.
Estupendo micro!!
Un abrazo de miércoles soleado.
Aunque suene cliché, nos olvidamos que la naturaleza es un organismo vivo, y nos servimos de ella indiscriminadamente. Hicimos oídos sordos a sus latidos, y ahora estamos asistiendo a los primeros indicios de un pre-infarto.
EliminarUn abrazo psicológico.
La naturaleza es sabia, pero el ser humano va minando poco a poco su fuerza....
ResponderEliminarMe quedo paseando por tu casa un poquito.
Un cálido saludo
Y si te queda gustando, puedes extender tu estadía.
EliminarUn abrazo psicológico.
Buen relato... Hemos conseguido que las gaviotas, en vez de vivir en el mar, lo hagan en los vertederos... Que mas podriamos pedir...
ResponderEliminarUn saludo
Una vez al año, se podría enviar un par de toneladas de basura sobre una nave al espacio, para alivio del planeta Tierra. Pero he encontrado muchos detractores en esta solución de ciencia ficción.
EliminarUn abrazo psicológico.
Yo lo que no acabo de entender es por qué si todos tienen claro que hay un cambio climático no se hace nada para detenerlo...¿a qué se espera?
ResponderEliminarLa pobre naturaleza está tan desorientada como la mayor parte de los humanos.
A proposito de lo que dices, te recomiendo que busques el inspirador discurso que realizó Leonardo Dicaprio ante la ONU sobre el cambio climático y el hecho de que se hace poco (y de mala gana) brindar una solución.
EliminarUn abrazo psicológico.
Aquí, donde vivo, se ha visto eso mismo de manera diáfana: después de muchos años de sequía extrema, en octubre del año pasado cayeron unas lluvias torrenciales, y en noviembre volvió el calor... ¿Resultado? Las estaciones se adelantaron, con lo que en pleno diciembre ya estaban todas las flores abiertas y las abejas polinizando... Primavera en diciembre... El mundo al revés...
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